Es la economía más grande de la Eurozona, la más fuerte y estable, pero tiene un sistema bancario que tiene fugas por todos lados. Probarlo las continuas inyecciones de liquidez con las que Alemania ha apoyado a sus bancos desde 2008. Las ayudas que año tras año, entre recapitalizaciones y títulos tóxicos absorbidos por el Estado federal y el Land, han alcanzado los 197 millones de euros de dinero público, cifra que corresponde a más del 7% del PIB alemán.
Pero hay más, porque si se incluyen en los cálculos los avales estatales y las líneas de liquidez ofrecidas, la cifra alcanza los 465 millones de euros, el 17% del PIB.
El talón de Aquiles de la estructura crediticia teutónica son, en particular, los bancos regionales, la pequeña Sparkasse, las cajas de ahorro municipales y los grandes Landesbanks, todos excluidos de la supervisión del BCE, característica que ha permitido a Alemania gestionar la crisis bancaria con discreción y sobre todo con opacidad.
Un ejemplo sobre todo lo representa el rescate de Hsh Nordbank, un banco controlado por el Land de Schleswig-Holstein y por el Municipio de Hamburgo que hace unos meses recibió 3 millones de euros en forma de garantías estatales.
Volviendo a los Landesbanks, la mayoría de ellos logran sobrevivir con dinero regional. Según el último informe publicado por R&S Mediobanca, los seis bancos más importantes de los Lands alemanes recibieron 25,3 millones de euros de dinero público en los años posteriores a la crisis. A estos hay que añadir los 98 mil millones derivados de las garantías estatales de los distintos Lands (123 mil millones en total), dinero que, sin embargo, no fue suficiente para sacar del apuro a las principales entidades regionales, dado que, hasta la fecha, todo el sistema de Landersbank sigue descapitalizado.
Aún más grave parece ser la crisis de las pequeñas Sparkasse, que también han sido apartadas del ojo del BCE que, según el FMI, tienen miles y miles de millones de préstamos incobrables en el estómago. Sin embargo, la cifra precisa, dada la imposibilidad de supervisión de Frankfurt, actualmente no es segura y la preocupación del Fondo Monetario Internacional aumenta día a día.
Hasta ahora hemos hablado de los bancos más pequeños, pero los más grandes tampoco parecen gozar de la mejor salud. Deutsche Bank en el tercer trimestre de 2015 perdió 6 mil millones de euros debido a cargos por disputas legales y plusvalía amortizada. Aunque el instituto ha aumentado su capital, todavía mantiene valores ilíquidos valorados en 31 millones. En cuanto a Commerzbank, desde 2008 ha sido objeto de dos rescates públicos por un total de 18 millones de euros y cuenta entre sus diversos accionistas con el gobierno alemán.
