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Referéndum, la reforma de Renzi fue escrita por la CGIL: aquí están los documentos

La superación del bicameralismo con la creación de una Cámara de Regiones y la reorganización de las competencias Estado-Regiones son los dos pilares del documento final (que publicamos) del último congreso de la CGIL en 2014 y coinciden plenamente con la reforma constitucional pero por oposición preconcebido por el gobierno de Renzi, el sindicato Camusso se ha olvidado de todo y vota NO en el referéndum

Referéndum, la reforma de Renzi fue escrita por la CGIL: aquí están los documentos

Sólo la oposición preconcebida al gobierno de Renzi o el rencor personal de Susanna Camusso contra el primer ministro pueden explicar el increíble vuelco de la CGIL que, en el documento final aprobado por su último Congreso en 2014, había clamado por la superación del bicameralismo igualitario con el establishment de una Cámara de Regiones y la redefinición de responsabilidades entre el Estado y las Regiones, que fueron incorporados de lleno en la reforma constitucional, pero que luego se olvidó de todo y se puso del lado del NO en el referéndum.

AQUÍ HAY UN EXTRACTO DEL DOCUMENTO DEL CONGRESO CGIL

“Los principios y valores fundamentales de la Constitución deben ser defendidos e implementados. La CGIL ratifica su oposición a cualquier hipótesis de reforma de la Constitución que rompa el indispensable equilibrio entre el poder ejecutivo y el poder legislativo, o que conduzca a la superación del sistema parlamentario como sucedería con el (semi)presidencialismo o la gobernación, contra los cuales lucharemos hasta con el referéndum.

El requisito prioritario es restablecer la centralidad del Parlamento, recalificando su actividad, reduciendo el decreto de urgencia y regulando en sentido restrictivo la posibilidad de plantear la cuestión de confianza sobre cualquier disposición en cuestión.

Para la CGIL es necesario implementar algunas intervenciones de reforma de acuerdo con los procedimientos constitucionalmente previstos por el art. 138:

1) Superar el bicameralismo perfecto con la constitución de una Cámara representativa de las Regiones y Autonomías Locales.

2) La reorganización de las competencias del Estado y de las Regiones reguladas por el artículo 117 de la Carta, devolviendo a la competencia exclusiva del Estado algunas materias actualmente sujetas a legislación concurrente y reforzando la función normativa nacional, tanto en materia de garantía de los niveles esenciales de los servicios, en materia de derechos civiles y sociales, tanto en lo que se refiere al ejercicio de los sujetos concurrentes.

3) La definición de un diseño orgánico que, partiendo de la institución inaplazable de las áreas metropolitanas, conduzca a un sistema integrado de niveles institucionales con el que superar la superposición y confusión de roles entre las administraciones centrales y el sistema de autonomías, y que potencien y desarrollen la autonomía funcional de la República (a partir de la educación y la investigación) como lugares para el ejercicio de los derechos de ciudadanía. Este diseño debe superar cualquier ambigüedad en relación con la necesaria existencia en todo el territorio nacional de una entidad de vasta área, financiada con recursos adecuados, que desempeñe funciones de nivel intermedio entre el municipio y la región con el objetivo de garantizar el desempeño de aquellas funciones administrativas, tales como la construcción de escuelas, la protección del medio ambiente, los sistemas viales a nivel provincial, la protección civil, los servicios de empleo y formación profesional, y otras, que los municipios, aun organizados en sindicatos, no podrían desempeñar. En este camino, la garantía del mantenimiento de los servicios públicos a los ciudadanos que actualmente prestan las provincias y del empleo existente, incluidos los trabajadores precarios, es una prioridad, potenciando y no dispersando la profesionalidad existente.

Es necesario dar respuestas positivas a la creciente demanda de participación ciudadana, comenzando por la reforma impostergable de la ley electoral, que restablezca el poder de elección de los electos por parte del electorado, salvaguardando el papel público de los partidos, fomentando la representación política y socialdemócrata, fomentando formas de participación activa de la población. En este sentido, la CGIL considera que se deben tomar acciones para:

1) La ley recientemente aprobada que suprimía los aportes públicos a los partidos, sustituyéndolos por un cuestionado sistema de aportes indirectos (2 por mil), obliga a introducir formas alternativas de apoyo público, como la concesión gratuita de bienes y servicios, definida en una ley marco nacional que determine las formas y métodos exclusivamente para cada nivel institucional, a fin de garantizar el principio democrático de igualdad en la participación política. En un sistema basado en la financiación privada, también es aconsejable introducir normas adecuadas que garanticen la máxima transparencia a todos los niveles, la puntualidad en la información y la plena accesibilidad de todas las aportaciones privadas a los partidos y movimientos, asociaciones culturales y fundaciones que propongan la elaboración de ideas políticas. y programas.

2) Expedir nuevas leyes sobre conflicto de interés, inelegibilidad e incompatibilidad. 

3) Aprobar una ley nacional sobre las formas de democracia participativa y una reforma del instituto del referéndum que introduzca el «quórum móvil» (vinculado a la participación registrada en la última elección del órgano que legisló).

En los últimos años, bajo la presión de la crisis económica, se ha adelantado un plan, compuesto por cortes lineales, que pretende redimensionar el área de intervención pública, reducir los servicios públicos y el conocimiento, anulando algunos derechos de ciudadanía. Un proceso continuo de envilecimiento y empobrecimiento de la obra pública, con la introducción de reglas burocráticas centralizadas que han debilitado enormemente las instituciones públicas, con el objetivo de bloquear su funcionamiento. Son opciones a las que se ha opuesto la CGIL, dañinas para el país e ineficaces para una reforma profunda de las administraciones públicas.

Las prioridades que indicamos son:

1) Una reforma de las Administraciones Públicas que parte de la superación de la política de intervenciones fragmentadas e incoherentes, sin un diseño orgánico y una sede unitaria. Tal política "predica" el federalismo mientras practica un centralismo legislativo muy fuerte.

2) Una fuerte reurbanización de las instituciones públicas y del conocimiento a través de inversiones focalizadas con las que construir un programa de empleo con trabajo permanente, a partir de los servicios y conocimientos personales con el objetivo de mantener estos últimos bajo gestión directa. Tras las reiteradas congelaciones de contratación, que han supuesto un envejecimiento espectacular de la obra pública, prolifera el trabajo precario, especialmente para los jóvenes, que debe transformarse en trabajo estable.

3) Una campaña de simplificación organizacional, consistente con la reforma institucional y la burocracia, que traiga beneficios apreciables a los usuarios del servicio. Es necesario definir una consulta nacional y territorial de los usuarios de los servicios, para la identificación de procesos encaminados a la simplificación e innovación tecnológica en el uso de los servicios de salud y las administraciones locales, revirtiendo la política de tercerización, a través de procesos innovadores de las AP. En particular, las innovaciones en el campo de la informatización no deben afectar a los usuarios de los servicios y servicios públicos, volcando las cargas y deberes de la Administración Pública sobre las estructuras de intermediación social.

4) En materia de gasto, se debe superar la práctica de cortes lineales e intervenciones que impiden el ejercicio efectivo de funciones -especialmente las de servicio a los ciudadanos y empresas incluyendo los servicios de inspección en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo-, garantizando al mismo tiempo la lucha contra el despilfarro y la corrupción.

5) La eliminación de todas las consultorías centrales y territoriales.

6) Transferir la titularidad de la gestión de compras de bienes y suministros a las centrales de compras nacionales y autonómicas, generalizando la adopción de costes de compra estándar. La reducción de los gastos operativos improductivos y discrecionales debe conducir a nuevas inversiones en términos de calificación de los servicios a particulares y empresas.

7) Hacer vinculantes las cláusulas sociales, garantías laborales, contractuales y ambientales para los contratos de servicios y servicios, sin perjuicio de la obligación de justificar públicamente la conveniencia económica y social de la elección de la subcontratación.

8) Reformar y calificar el sistema de sociedades participadas, introduciendo las normas necesarias para la protección del trabajo y de los servicios esenciales, fortaleciendo el proceso de agregación empresarial, garantizando en todo caso el papel del público en el control y gestión de los servicios.

9) Insistir en la lucha contra la corrupción y por la legalidad, lucha que pasa por la plena accesibilidad y transparencia en las opciones y calidad del gasto.

10) Crear un equilibrio diferenciado entre la financiación de los servicios y los gastos de funcionamiento, como base para una profunda revisión del Pacto de Estabilidad, que restablezca la capacidad de gasto de las entidades locales para invertir en el territorio.

11) Hacer efectivo el proceso de reforma institucional, innovación y simplificación y reforma de las administraciones públicas, con un pacto por la reforma que supere las trabas legislativas, restablezca las correctas y eficaces relaciones sindicales, defina instrumentos contractuales, económicos y jurídicos capaces de potenciar y revalorizar las trabajo, eliminando también el bloqueo de la rotación y la negociación colectiva/nacional y complementaria/territorial.

12) Es necesario dar certeza al sistema empresarial en los tiempos para el cobro de créditos de la administración pública”.

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