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Quagliariello (PDL) corrige a Berlusconi en la IMU, pero ¿no pudo decírselo antes?

El vicepresidente de los senadores del PDL corrige a Berlusconi sobre la IMU pero ¿no podría decirle de antemano que hay un límite hasta para el populismo más bullicioso? Pero Quagliariello es conocido por ser un tipo despreocupado: desde vicesecretario del Partido Radical o ultras del clericalismo en el caso Englaro hasta el punto de buscar hoy un perfil reformista poco creíble.

Quagliariello (PDL) corrige a Berlusconi en la IMU, pero ¿no pudo decírselo antes?

"Aboliremos el IMU sólo si encontramos los recursos para hacerlo", asegura con franqueza el vicejefe del PDL en el Senado, Gaetano Quagliariello, a "La Stampa". Son palabras de sentido común, o más bien de la obviedad, pero que Quagliariello no pudo evitar pronunciar tras el habitual domingo destemplado del Caballero en la tele de casa y en el salón de la complaciente Barbara D'Urso. Silvio Berlusconi nunca ha olvidado el siniestro lema "Memento audere semper", pero incluso para los italianos más tontos, tal vez haya un límite para la credulidad.

¿Cómo creerle al Caballero cuando dice que si gana en las próximas elecciones eliminará el IMU, sin recordar que el IMU es el fruto envenenado de la tonta abolición del ICI prometida en la última campaña electoral y lanzada en la primera? días por el gobierno de Berlusconi con el hermoso resultado de desperdiciar cualquier otro recurso para reducir los impuestos sobre el trabajo y acercar el default? Es obvio que Quagliariello sintió la necesidad de taparse las espaldas y corregir un poco su tiro después de la operación de la pierna extendida del ex premier.

Quagliariello, como sabemos, es un tipo despreocupado que logró en pocos años pasar de la izquierda liberal a la juventud republicana hasta el Partido Radical, donde llegó incluso a ser vicesecretario en compañía de otro paladín de la coherencia política como Eugenia. Roccella, salvo un ultra de clericalismo más oscurantista en el dramático caso Englaro con motivo del cual pronunció un fiero discurso contra la eutanasia en el Senado, del que quizá todavía hoy se avergüence, al menos por los tonos truculentos que utilizó.

Una pregunta, sin embargo, surge espontáneamente: Quagliariello, que hoy hace alarde de su sentido común, ¿conoció alguna vez o, al menos, conoció a Silvio Berlusconi? Por lo demás nos encontramos ante dos personajes en busca de un autor. Si es así, ¿alguna vez ha encontrado el coraje para decirle en la cara lo que hoy le reclama en "La Stampa"? Estimado Senador, la credibilidad es un asunto serio. No se puede usar cada dos días. De lo contrario, no se sorprenda si alguien se pregunta si Quagliariello está ahí o lo está haciendo.

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