Dentro de unos años las colas en los mostradores por cuestiones burocráticas serán solo un mal recuerdo. En 2008 la Unión Europea invirtió 10 millones de euros para la proyecto cigüeña, una infraestructura capaz de hacer dialogar las bases de datos de las AP europeas y crear sistemas automáticos de identificación electrónica. Hoy Stork es una realidad y de ella se benefician un amplio abanico de usuarios que, a través de Stork, pueden superar los aspectos burocráticos vinculados a las certificaciones que se adquieren así directamente del organismo certificador.
Y ahora toca mejorar la oferta. La actualización Stork 2.0 del proyecto tiene el ambicioso objetivo de favorecer las operaciones orientadas a los negocios en particular, creando una red de contactos que le permita ejercer su profesionalidad a nivel europeo, sin tener que aportar personalmente la documentación relativa, pero aprovechando la interacción y cooperación entre los sujetos públicos interesados.
El proyecto, lanzado en abril de 2012, involucra a 58 socios, está financiado con aproximadamente 9 millones de euros y finalizará en marzo de 2015. Entre los 19 países participantes también se encuentra Italia, que participará en 4 servicios piloto. ABI Lab seguirá los proyectos piloto bancarios en relación con las fases de identificación y autenticación remota de usuarios; CSI Piamonte e InfoCamere seguirán los servicios empresariales (eBusiness); Lombardía Informática los relacionados con la salud electrónica (eHealth), mientras que el Politécnico de Turín participa en el Proyecto Stork 2.0 para servicios de aprendizaje electrónico (incluido el aprendizaje a distancia y el intercambio de calificaciones académicas), así como representante del consorcio italiano para la arquitectura del sistema. Al final Agencia para Italia Digital (ex DigitPA) se encargará de los aspectos regulatorios de la identidad electrónica.
