No hay paz para nuestro fútbol. Tras la quiebra del Parma ayer, y tras la investigación de Dirty Soccer al descubierto un vasto sistema de amaño de partidos entre Amateurs y Lega Pro, hoy se desarrolla un nuevo escándalo de apuestas: el protagonista es el Catania, equipo que ahora juega en la Serie B tras unos años en la Serie A.
Según la Dirección Distrital Antimafia de la ciudad del Etna, de hecho, la empresa dirigida por Antonino Pulvirenti habría comprado algunos partidos en el campeonato cadete, para evitar el riesgo, en un momento bastante concreto de la temporada, del descenso de un equipo a la Lega Pro.
Siete directivos del Catania acabaron esposados tras una investigación realizada por Digos y la Policía Postal: el presidente Pulvirenti, el director general Pablo Cosentino y el exdirector deportivo Daniele Delli Carri sobre todo. La alta dirección de la empresa Etna está acusada de estafa y estafa deportiva.
“El riesgo de invalidar el campeonato no existe. Por definición, la responsabilidad es individual, por lo que quien paga es responsable”. Así lo expresó el presidente de la Liga de la Serie B Andrea Abodi a Sky TG24 respecto a la posibilidad de que la investigación que golpeó a algunos directivos del Catania pueda invalidar el campeonato de la Serie B que acaba de finalizar. “La situación es limitada, aunque sin duda hay un incidente en la competencia misma. A estas alturas solo espero que, más allá de la competición que acaba de cerrarse, se pueda reabrir la nueva con los mejores auspicios y que haya un proceso que nos permita dar inicio rápidamente a la competición”.
