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Países bálticos: reformas estructurales e IED

La experiencia de Estonia, Letonia y Lituania muestra que tres variables relacionadas son fundamentales para atraer flujos de IED: reformas estructurales profundas, su oportunidad y la lucha contra la corrupción.

Países bálticos: reformas estructurales e IED

Informamos en el anexo el interesante resumen extraído de un estudio de Guido Michieletto sobre los Países Bálticos, y en particular sobre la conexión entre las reformas estructurales y la capacidad de atraer inversiones productivas del exterior (IED). Aun teniendo en cuenta la lejanía de estos países y las profundas diferencias históricas y culturales, esta experiencia debe enseñarnos algo, si queremos volver a ser un polo de atracción de IED.

El proceso de transición de un sistema económico centralizado a un mercado libre ha cambiado el entorno económico de los países bálticos en los últimos veinte años, donde las reformas estructurales y las entradas de IED se han alimentado y condicionado mutuamente. Pero, además de las reformas, la experiencia de Estonia, Letonia y Lituania ha demostrado que el mismo entorno macroeconómico, las mismas condiciones geográficas y sociales, la provisión de infraestructuras de buena calidad, la estabilidad política y la lucha contra la corrupción juegan un papel clave en 'atraer capital extranjero'. . Finalmente, los incentivos fiscales contribuyen como catalizadores para implementar condiciones favorables para los inversionistas. Cabe recalcar que la sincronización de estas reformas estructurales puede afectar efectivamente al éxito o al fracaso de las mismas: la experiencia de Estonia en el sector bancario muestra cuáles pueden ser los beneficios de crear una ventaja competitiva de este tipo.

En realidad, el documento adjunto muestra cómo el progreso de las reformas, y su éxito, no han sido homogéneos en los tres países bálticos. Si, por un lado, el futuro de Letonia y Lituania todavía depende demasiado de las entradas de capital extranjero, por otro lado, aunque aún queda mucho por hacer (en particular con respecto a una tasa de desempleo todavía muy alta), es precisamente Estonia que ha proporcionado un buen ejemplo de determinación reformadora en los últimos veinte años. De hecho, las reformas no se han limitado a aspectos puramente cuantitativos del crecimiento en sí mismo, sino que han sentado las bases, con un esfuerzo continuo y dinámico, de un entorno social donde operan instituciones y reglas de juego cualitativamente eficientes, el beneficio de los cuales puede ser disfrutado por la sociedad en su conjunto.

De ello puede deducirse que las variables fundamentales, correlacionadas entre sí, que inciden en las reformas estructurales en este sentido son precisamente las sincronización, el progreso en la implementación de estas reformas (en primer lugar, la liberalización, la competencia, las infraestructuras y la estabilización macroeconómica) y la lucha contra la corrupción.

¿No nos pitan un poco los oídos?


Archivos adjuntos: Reformas estructurales e IED en los países bálticos.pdf

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