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Observatorio político Swg: Berlusconi no se abre paso, paren los grillini, Pd estable, Sel se derrumba

Una imagen matizada de la política italiana surge del Observatorio SWG en julio, con los partidos parados a la espera de iniciar la campaña electoral de cara a 2013 - Sólo el PDL gana algo, que sube del 15% al ​​16% - Confianza en los partidos y sus líderes.

Observatorio político Swg: Berlusconi no se abre paso, paren los grillini, Pd estable, Sel se derrumba

la edición de julio del Observatorio Swg fotografía una situación política indefinida, en el que todas las fuerzas sobre el terreno, reconociendo la inminente conclusión de la experiencia del gobierno interino (el propio Monti ha manifestado su intención de no volver a postularse en 2013), se estancan, como si esperaran a que alguien más diera el primer paso, para no dar ningún paso en falso.

lala única sacudida a un escenario inmóvil la dio, como suele suceder, Silvio Berlusconi, renunciando, ante el asombro de unos pocos, a quedarse al margen y anunciando, en un inquietante deja-vu, su nueva bajada al campo.

Aun así explican la muy ligeras variaciones en la intención de voto en comparación con junio. Pd sin cambios respecto al mes anterior (24%). Lo que queda del Tercer Polo pierde ese 1,5% necesario para dar cuerpo al consenso incruento de la Lega (del 5 al 5,5%) y del Pdl (del 15 al 16%), mientras el Movimiento 5 Estrellas se desploma que, tras el impresionante crecimiento entre mayo y junio, se sitúa en el 20% (desde el 21%).

sustancialmente El cuadro de confianza en los principales líderes también es estático: Manda Grillo, al 29%, seguido de Bersani con un 26%, y luego seguido de cerca por Di Pietro (25%) y Vendola, emparejado con un 23% de Maroni, que se asentó en valores más adecuados tras el pico de abril. Más abajo Alfano (18 %), que nunca ha calentado el corazón del electorado, y Berlusconi (17 %), que intenta volver a la cima. Fini y Casini cierran codo con codo al 14%, y el resultado final evidente es Umberto Bossi, desligado al 6%. Discusión separada para Monti que, gracias a sus posiciones internacionales, gana un punto porcentual, subiendo al 34%.

Números elocuentes, que cuentan la continua hemorragia de credibilidad de la política italiana. Una hemorragia que, a partir de los líderes, se irradia sobre sus partidos, que tratan de pasar sin sonar, en precario equilibrio sobre hilos delgados y a menudo ambiguos, casi como si estuvieran asustados por la necesidad absoluta de volver a la corriente y recuperar la credibilidad perdida con los ciudadanos a tiempo para las elecciones.

Il el partido considerado "más creíble" por los entrevistados es actualmente el Movimiento 5 Estrellas, que sin embargo sigue dividiendo la opinión pública de forma maniqueísta entre quienes ven el bien absoluto en el partido de Beppe Grillo y quienes, en cambio, lo identifican con el mal. El Partido Demócrata, tras el pico de las elecciones administrativas del año pasado, se mantiene en los niveles de principios de 2011 (del 32 al 31%), mientras que el IDV pierde un poco más, lo que quizás paga un poco de usura, y, sobre todo, Sel, que pasa del 31 al 21% y la ausencia del Parlamento está muy descartada.

La derecha golpea el vertiginosa caída de la PDL, que pasó del 41% al 19% en el espacio de año y medio, si bien los últimos movimientos, aunque parecen más formales que sustanciales, al cubrir el mismo cuerpo con un vestido nuevo (o quizás con un vestido viejo, pero que ha resucitado a una virginidad renovada, con el posible regreso a Forza Italia) debería devolverle savia al partido.

El derrumbe de la confianza en la Liga Norte, que cayó del 34% al 11%, también fue natural, tras los escándalos que involucran a la familia Bossi, mientras UDC y Fli se estancan y, tras el abandono del proyecto del Tercer Polo que nunca despegó, se tambalean, a la espera de encontrar un nuevo camino a seguir.

Todo parece detenerse hoy, pero todo comienza a moverse. Cualquier cosa puede pasar entre ahora y las elecciones de 2013, dado que los partidos italianos, sin excepción, están todos en las mismas arenas movedizas, hundidos en el abismo de su falta de credibilidad. Arenas movedizas de las que cualquiera, moviéndose en la dirección correcta, puede salir. Será un año largo. 

 

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