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Onado: Grecia no es Argentina, más que el dracma mejor volver a los bonos Brady

de Ugo Bertone - Grecia nunca podrá recuperarse y es inútil y contraprudente esperar que Atenas haga más - Necesitamos encontrar un nuevo equilibrio entre acreedores y deudores - La vuelta al dracma sería una tragedia - Mejor centrarse en un sistema como el de los bonos Brady.

Onado: Grecia no es Argentina, más que el dracma mejor volver a los bonos Brady

Es una solución viable, la de los bonos Brady. Pero no quiero quitarle la paternidad de la idea a Luigi Spaventa que ya habló de ella en 2008, en plena crisis de Lehman Brothers”. Es poco probable que el profesor Spaventa se sienta robado por su colega Marco Onado, excomisario de la Consob y uno de los padres de la ley consolidada de finanzas. También porque, lamentablemente, mil días después del estallido de la crisis financiera estadounidense, la noticia más relevante es que la emergencia se ha trasladado de América al Este, a la periferia de Eurolandia; en Grecia, en particular, donde las deudas han adquirido dimensiones que son casi inmanejables. “Sí, es verdad –comenta Onado– los datos de Grecia son verdaderamente aterradores. Es inútil engañarnos: nunca podrán volver”. No es una perspectiva alegre. Solo tenemos que esperar una intervención del exterior. Como el prometido por los chinos por la cesión a Portugal. ¿No es tan? “El interés de los chinos es tranquilizador. Pero no cambia los términos del problema, representado por la deuda pública cada vez menos sostenible en Grecia, Irlanda y Portugal. Luego España y, aunque a distancia, la propia Italia. Tenemos que empezar desde este punto: ¿Grecia podrá cumplir con sus compromisos? La respuesta es obvia, es muy difícil, casi imposible”.

El shock podría venir de las privatizaciones. ¿O no?
Es fácil decir que el Pireo debe ser privatizado. Pero hay que saber colocarlo a un precio asequible. Y no hay que olvidar que, una vez vendido un activo, renuncio a los ingresos futuros que pueda derivar de él.

En definitiva, hay que hacer privatizaciones pero no van a solucionar el problema. ¿Es asi?
Mi sensación es que, hasta ahora, el enfoque principal ha sido ganar tiempo. Como, además, solemos hacer siempre ante una deuda de difícil cobro. Pero de esta manera es probable que el problema empeore. Por lo tanto, existe una necesidad cada vez más urgente de encontrar una solución drástica. Pero, una condición aún más importante, que sea capaz de garantizar la supervivencia del euro.

Parece la cuadratura del círculo..,

Se trata de encontrar el equilibrio entre el máximo que puede dar el deudor y el máximo que puede conceder el acreedor, en este caso los bancos francés y alemán. Aquí la experiencia de los bonos Brady puede ser invaluable; el objetivo es suministrar buenos papeles, es decir, valores fungibles, a los bancos. A cambio, por supuesto, de valores menos buenos pero vendidos a un precio de mercado mucho más bajo que el valor nominal. En resumen, por un lado se proporcionan los medios para reiniciar con valores solventes, por otro lado se certifica la existencia de una pérdida soportable.

Parece fácil. Pero surge una objeción: esto premia el riesgo moral, con el resultado de que la emergencia se repetirá en otros lugares. ¿O no?
En este caso, debe prevalecer el realismo político. Después de todo, seamos serios: ni siquiera De Sade podría pedir más a los griegos.

Otra objeción: ¿quién nos garantiza que el problema no se repetirá al cabo de unos años?
La realidad es que Europa recién ahora se está dotando de los mecanismos necesarios para que el sistema funcione correctamente. Al sentido común le hubiera gustado que hubiera controles de déficit y sanciones por incumplimiento antes de que comenzara el euro. Pero los caminos de la política no siempre contemplan el sentido común. Dicho esto, más vale tarde que nunca.

Siempre que exista el consentimiento necesario.
Hay que saber vender la idea a los alemanes. Pero no será fácil, estoy de acuerdo. En comparación con los bonos Brady, la situación es más compleja a nivel político. En ese momento, el plan lo encabezaba el propio Brady, secretario del Tesoro de EE.UU., quien fue llamado a lidiar con un problema de crédito con América Latina que casi no involucraba a los bancos estadounidenses. Aquí, por el contrario, la iniciativa debe ser tomada por una institución común con suficiente prestigio.

No será fácil lograr el objetivo.
Hay que hacer entender a la opinión pública que las ventajas que ha garantizado el euro en estos 13 años han sido extraordinarias.

¿También para Grecia?
Ciertamente. La vuelta al dracma sería una tragedia. El ejemplo de Argentina no tiene sentido. Para un país como Grecia, la perspectiva sería una profunda caída de los ingresos. Por el contrario, dotar a los mercados de instrumentos financieros sólidos, triple A para ser claros, es la única posibilidad de reiniciar un proceso virtuoso de inversiones y, en consecuencia, de crecimiento. Como a todos les conviene.

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