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Hoy la dirección del Partido Demócrata sobre el Artículo 18: Renzi se enfrenta a la minoría pero el enfrentamiento será en el Parlamento

La minoría bersana está decidida a dar batalla pero Renzi no tiene intención de diluir la reforma del mercado laboral y va directo, teniendo los números de su lado -El choque está en la reincorporación- Pero el verdadero enfrentamiento no será hoy pero en el enfrentamiento parlamentario, sobre todo en la Cámara – Mientras tanto los sindicatos amenazan con huelga general

Hoy la dirección del Partido Demócrata sobre el Artículo 18: Renzi se enfrenta a la minoría pero el enfrentamiento será en el Parlamento

El foco de la política hoy está todo concentrado en la dirección del Partido Demócrata que comenzará a media tarde. En la agenda está el cara a cara entre el presidente y secretario del Pd Matteo Renzi, recién llegado de la semana americana acompañado de mil polémicas en Italia, y la minoría del Pd que está dispuesta a dar batalla a la reforma laboral y el 18 en línea con la CGIL, que a su vez amenaza con una huelga general. En el acalorado debate dentro del Partido Demócrata, el ejemplo del Alemania donde, sin embargo, la reposición ocurre muy raramente.
 
El quid de la disputa está en la superación del artículo 18 sobre despidos, que hoy se aplica a unos 9 millones de trabajadores de 18 millones y al 20% de los jóvenes, es decir, los contratados con contrato indefinido en empresas de más de 15 empleados.

La propuesta del Gobierno es que, salvo en los supuestos de discriminación que prevean la reincorporación, en los demás casos el despido se compense con una indemnización dineraria que crece en el tiempo pero no con la denominada reincorporación. La minoría no está de acuerdo y en cambio pide que haya reintegro aunque sea después de un número razonable de años.

Renzi, sin embargo, no quiere equivocarse y pretende diseccionar el mercado laboral con un signo de flexibilidad (por lo tanto, nada se reintegra, como ya sucede en la mayoría de los casos en Alemania) acompañado, sin embargo, de manera compatible con los recursos disponibles, por amortiguadores universales.

Una propuesta de mediación en curso establece que las disputas entre empleadores y empleados en casos de despidos no serán resueltas por el juez sino por arbitraje entre empresas y sindicatos. Veremos hoy, pero es demasiado fácil predecir que el verdadero enfrentamiento entre Renzi y sus oponentes no tendrá lugar hoy, sino en el Parlamento, cuando se deba votar la reforma.

Ahí se entenderá si sigue funcionando el llamado pacto republicano por el cual los que no están de acuerdo pueden expresar libremente sus opiniones pero al final votan según las indicaciones del partido que los hizo elegir o el desgarro es total. 

Está claro que si no logra que se apruebe la ley habilitante de la forma habitual, Renzi -a quien el 41% de los votantes le piden estrictamente reformas- tendría que recurrir inevitablemente al decreto ley y posiblemente a un voto de confianza, con respeto a la que los parlamentarios de las minorías se encontrarán en una encrucijada: aprobar a regañadientes o romper por completo con el Partido Demócrata de Renzi. 

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