La economía italiana volverá a los niveles anteriores al Covid en la primera mitad de 2022. Así lo pronostica la OCDE en el Estudio Económico sobre nuestro país. Tras el -8,9% registrado en 2020, la investigación estima que en 2021 el PIB crecerá un 5,9%, mientras que la deuda pública alcanzará casi el 160% del producto interior bruto.
CRECIMIENTO
“Apuntamos a un crecimiento post-Covid superior” al alcanzado “antes de la crisis ligada a la pandemia”, ha dicho el ministro de Economía, Daniele Franco, durante la rueda de prensa de presentación del informe. "Debemos acabar con nuestro largo estancamiento en la situación económica", subrayando que el Gobierno ha puesto por escrito "una agenda de reformas desafiante tanto desde el punto de vista económico como político, con intervenciones que van desde la fiscalidad hasta la competitividad y las políticas laborales como reformas sectoriales”.
Según la Organización, "un importante apoyo fiscal en 2021 favorecerá la recuperación a corto plazo, con la aceleración de las tasas de vacunación y la flexibilización de las restricciones". Posteriormente, “cuando se consolide la recuperación” será necesario poner en marcha “un plan fiscal a medio plazo para reducir la ratio entre deuda pública y PIB”, aconseja la OCDE. La economía italiana, dice el documento, "se está recuperando de la crisis inducida por la pandemia de Covid-19". “El generoso apoyo del gobierno ha mitigado la pérdida de empleos y la adversidad, y también ha preservado la capacidad productiva”, continúa el organismo parisino, y agrega que “las garantías de préstamos y las moratorias de pago de la deuda han respaldado la liquidez empresarial y limitado las quiebras. Los esquemas de trabajo a tiempo parcial y la prohibición de despido se han complementado con apoyo a los ingresos para quienes no se benefician de las redes de seguridad existentes, junto con el aplazamiento de las fechas de pago de impuestos. La asistencia a la escuela y los resultados educativos empeoran para las personas más desfavorecidas; por otro lado, el aislamiento social por el confinamiento se ha asociado con un aumento de la violencia intrafamiliar”.
Optimismo también sobre el futuro, cuando "las inversiones públicas, incluidas las financiadas por los fondos Next Generation EU, combinadas con una mayor confianza y mayores niveles de demanda, apoyarán las inversiones en el sector privado". En este contexto, la OCDE, por tanto, define las reformas de las finanzas públicas como “necesarias” y recomienda “mejorar la composición del gasto público para promover el crecimiento y la creación de empleo. Mejorar la coordinación entre las agencias encargadas de ejecutar proyectos de inversión pública para incrementar los niveles de desembolso. Compactar los procedimientos de contratación pública actualmente encomendados a muchas pequeñas agencias y concentrarlos en un número menor de entidades con mayor capacidad”.
INGRESO Y TASA DE CIUDADANÍA 100
El informe también analiza algunos de los temas candentes de la agenda política actual. Según la OCDE, la renta básica ha "contribuido a reducir el nivel de pobreza de los sectores más pobres de la población" y aunque los niveles de pobreza han aumentado debido a la pandemia, "en 2020 las transferencias públicas limitaron la disminución de la renta disponible de los hogares a 2,6 % En términos reales".
En cuanto a las pensiones, la OCDE recomienda en cambio contener el gasto "dejando que el plan de jubilación anticipada ("Cuota 100") y la llamada "Opción de la mujer" expiren en diciembre de 2021, y se restablezca de inmediato la correlación entre la edad de jubilación y la esperanza". “Las presiones sobre el gasto vinculadas al envejecimiento demográfico y los tipos de interés -prosigue el organismo internacional- son elevadas y destinadas a aumentar a largo plazo”.
DIGITALIZACIÓN
Para apoyar la recuperación, es necesario centrarse sobre todo en lo digital, un sector en el que Italia parece estar en dificultades. En detalle, nuestro país “cuenta con un bajo nivel de alfabetización digital y de adopción de servicios digitales en comparación con el resto de países de la OCDE”, se lee en el estudio. Hasta la fecha, solo el 44 % de los ciudadanos de entre 16 y 74 años “tiene habilidades digitales básicas en comparación con el promedio de la UE del 57 %, mientras que “toda la administración pública parece carecer de personal equipado con las habilidades necesarias”. Finalmente, es "necesario apoyar una difusión más rápida de la banda ancha rápida, que actualmente es muy limitada".
