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Moratti y la venta de Saras: importa más el futuro de la empresa que su carácter italiano

La familia Moratti prefirió vender Saras antes que condenarla a un futuro mediocre en ausencia de vástagos interesados ​​en su gestión. Una historia que recuerda un poco a la venta del Nuovo Pignone a General Electric que dio un nuevo impulso a la empresa florentina. El futuro de una empresa importa más que la bandera

Moratti y la venta de Saras: importa más el futuro de la empresa que su carácter italiano

Tal vez sea un poco excesivo afirmar, como escribió "Il Foglio", que el último fin de semana cambió la cara de capitalismo italiano pero ciertamente el aviso de garantía es un John Elkann por motivos fiscales relacionados con la muy triste batalla legal con su madre Margherita Agnelli en De Pahlen, la venta del 36% de Tod's a un fondo registrado Arnault, el propietario de LVMH que tarde o temprano constituirá la empresa Del valle quienes por ahora mantienen el control y la venta de Saras al grupo suizo-holandés Vitol por la familia Moratti no son cuestiones de administración ordinaria. Sobre todo, este último ha desatado las habituales letanías sobre la pérdida de un icono del Made in Italy para la Bolsa y, sobre todo, para Italia. Es ciertamente lamentable que el capitalismo italiano sea incapaz de encontrar en sí mismo las fuerzas y los recursos para desarrollar una compañía petrolera del calibre de Saras, pero la explicación de Massimo Moratti es la mejor respuesta a todas las dudas y críticas. “La venta de Saras – afirmó el presidente y director general de Saras – es la mejor manera de garantizar el desarrollo de la empresa”. Si los vástagos de la familia no están interesados ​​y la empresa necesita grandes inversiones para competir, ¿qué más deberían haber hecho los Moratti? Se pueden expresar todas las recriminaciones posibles sobre la debilidad del capitalismo italiano, pero ¿importa más el futuro de una empresa -que en este caso es importante pero no necesariamente estratégica- que su propiedad y su naturaleza italiana? Recuerde cuando en 1993 Eni, gracias a la previsión del CEO Franco Bernabé, vendió el Nuevo Pignone hasta la Energia General? Cuántos malentendidos y cuántos reproches incluso entonces a los vendedores. Pero si el Nuovo Pignone ha vivido una nueva primavera sin que los sucesores del legendario alcalde Giorgio La Pira hayan tenido que invocar la ayuda del Estado, como bien saben los florentinos, es precisamente gracias a las inversiones y a la estrategia de desarrollo que GE ha garantizado. como el afirma Ricardo Perissich, “el capitalismo y el romanticismo van mal juntos”. Por tanto, no hay nada que objetar a los Moratti.

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