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Copa del Mundo de Rugby, la historia se repite: final Nueva Zelanda-Francia. Presentación y predicción

Una vez más, los favoritos Nueva Zelanda se enfrentan a Francia en la final de la Copa del Mundo de Rugby. El factor casa a favor de los All Blacks, que también presumen de una victoria en el único precedente con Les Bleus en el último acto de la competición: era 1987, primera edición de la copa, jugada y ganada en casa. ¿Se repetirá la historia?

Copa del Mundo de Rugby, la historia se repite: final Nueva Zelanda-Francia. Presentación y predicción

Junio ​​20 1987: fecha de la final de la primera edición de la historia de la Copa del Mundo de Rugby. Ubicación: Eden Park, Auckland, Nueva Zelanda. Equipos en el campo: All Blacks y Les Bleus. Nueva Zelanda contra Francia. Resultado final: 29-9 para los anfitriones.

Exactamente 24 años y 4 meses después, Octubre 23 2011, la historia se repite: mismo estadio, mismos equipos en el campo, mismo envite. El título de campeón del mundo, que ha eludido a ambos equipos desde entonces. En este período de casi una generación, de hecho, nunca se había repetido esta final, aunque tanto Blacks como Les Bleus también habían tenido otras ocasiones.

Uno de cada uno, para ser precisos: los all blacks en 1995 en Sudáfrica, derrotado por los anfitriones para deleite de Nelson Mandela. EL gallos transalpinos en cambio en la próxima edición, en 1999, celebrada en Inglaterra, donde, sin embargo, fueron superados por Australia.

Los dos equipos, sin embargo, eso sí, se volvieron a encontrar. Cómo olvidar, por ejemplo, la semifinal de 1999, donde los franceses eliminaron sorpresivamente a Nueva Zelanda liderada por el fenómeno Lomu, repitiendo la hazaña 8 años después en la edición de 2007 en cuartos de final. Derrotas que dejaron atónitos a los All Blacks, favoritos de ambas ediciones (¿pero en qué edición no empezó este mítico equipo?).

Derrotas sólo parcialmente vengadas en el partido de la fase de grupos de esta edición, que el pasado 24 de septiembre, los kiwis se llevaron a casa con un marcador de 37-17. Misma diferencia que el victorioso final de la primera edición: 20 puntos.

¿Será una señal? Los anfitriones esperan que no haya dos sin tres, aunque se contentarían con un solo punto de diferencia para abrazar el trofeo que sería suyo por tradición y talento y que hace demasiado tiempo que falta en las partes de Auckland. Smack aún más difícil de digerir si tenemos en cuenta que los odiados vecinos de Australia, por su parte, se la han echado en cara en dos ocasiones (la 91 y la 99).

pero por su parte hasta los transalpinos pueden desear la regla de dos sin tres. De hecho, ya han demostrado en dos ocasiones que si hay un equipo que puede hacer daño a Nueva Zelanda es el suyo.

Esta vez, sin embargo, parece que Nueva Zelanda no tiene intención de perderse otra cita más. Habrá una nación entera cantando el haka cuando sean las 21 p. m. del domingo (10 a. m. en Italia). Y esta vez nadie aceptará que el haka se convierta en harakiri.

Pero más allá del pronóstico técnico, que necesariamente dice Nueva Zelanda, veamos cómo llegan los dos equipos a jugar esta final (Domingo, 10 a. m. en Italia, Eden Park en Auckland).

NUEVA ZELANDA
Porque sí:
-Los factor de campo, que podría resultar un arma de doble filo, ha arrastrado hasta ahora a los negros hasta la final, aportando más energía y entusiasmo que presión. Y este año hay un elemento más para completar la simbiosis jugador-público: el terremoto de Christchurch es una oportunidad para dedicar la victoria a las víctimas y consolidar el orgullo de toda una población.
-La victoria en el grupo ahuyentó las pesadillas de 2007, cuando los grandes favoritos fueron derrotados por Francia en los cuartos de final. Ahora el recuerdo más fresco de Chabal y sus compañeros es el de una fácil victoria hace no menos de un mes.
Por qué no:
– La ausencia del líder Carter y otros grandes nombres (Muliaina, Sivivatu y Rokocoko) y el consiguiente retroceso en muchos (¿demasiados?) jugadores jóvenes podrían pesar en la gestión de los momentos clave del partido. El jovencísimo Aaron Cruden (22 años, solo 6 partidos) tiene que sustituir al talismán Carter (All Blacks nunca derrotaron con él en el campo en la copa del mundo) en el papel de apertura muy delicado: hasta ahora lo ha hecho bastante bien, pero ciertamente no es una garantía.

FRANCIA
Porque sí:
- el “no tener nada que perder” por excelencia: al otro lado del planeta, contra toda una nación que no ve la hora de celebrar el ansiado triunfo y un equipo que ya te superó hace un mes. ¿Necesita algo más? La única esperanza queda en jugarlo abiertamente, sin la obligación del resultado.
Por qué no:
- el Tensiones entre los senadores en el vestuario y el entrenador Lievremont, que caracterizó la fase de grupos inicial, parecen haberse calmado, pero siempre están dispuestos a resurgir. El último atisbo de polémica, hace unos días cuando el técnico definió sus "chicos de ventas", es decir, "chicos malos". Según la prensa transalpina, una forma sencilla de cargarlos, pero a algunos de los directamente implicados parecería no haber gustado demasiado el epíteto.
Resultados y cábala: Francia, objetivamente hablando, ha luchado demasiado en estas Copas del Mundo, sin demostrar nunca ser convincente. Desde la clamorosa (aunque irrelevante) derrota ante Tonga, hasta la afortunada semifinal ante Gales, que con un hombre menos durante una hora hubiera merecido hasta la victoria. Pero incluso la única derrota contra Nueva Zelanda en el segundo partido es suficiente para condenar a Les Bleus: de hecho, en la historia de la Copa del Mundo, ningún equipo ha ganado jamás habiendo perdido un solo partido, por irrelevante que haya sido. Todos los ganadores siempre han hecho un camino claro. Como los All Blacks este año...

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