comparte

Moda, Pambianco: por eso nos estamos convirtiendo en la China del lujo

CONFERENCIA PAMBIANCO-INTESA SANPAOLO – “¿Hecho en Italia sin Italia?” es la pregunta planteada en la conferencia sobre "Nuevos escenarios de Moda y Lujo" en la Bolsa de Milán, en presencia de algunos grandes nombres del sector italiano - Es conocida la tendencia de las marcas italianas a ser compradas por extranjeros, pero la realidad el peligro es el de "hecho por": por eso.

Moda, Pambianco: por eso nos estamos convirtiendo en la China del lujo

Hecho en Italia sin Italia? ¿Nos estamos convirtiendo en la China del lujo? Son dos -legítimas- preguntas planteadas en la jornada sobre los “Nuevos escenarios de la Moda y el Lujo” organizada por Pambianco e Intesa Sanpaolo en la Bolsa de Milán, en presencia de algunos de los grandes protagonistas italianos del sector, de Cucinelli a Luxottica, de Salvatore Ferragamo a Renzo Rosso, a Lapo Elkann y muchos otros.

La respuesta es no". Sería no porque por un lado, como ahora es bien sabido, es cierto que cada vez más marcas italianas son compradas por grupos extranjeros, en particular por los dos principales polos agregadores de Francia, los Lvmh y Kering (anteriormente Ppr), que por sí solas tienen una facturación de casi 40 mil millones de euros y poseen 13 marcas italianas de excelencia, incluidas Fendi, Bulgari y Gucci.; para un total de 27 empresas de moda y lujo que han pasado a manos extranjeras desde 1999, con una facturación total (de las empresas adquiridas) de casi 10 millones en 2012.

“El caso de la escuela – ilustrado al público del Palazzo Mezzanotte David Pambianco vicepresidente de Pambianco – es para Bottega Veneta, que pasó a manos de Kering, ha multiplicado por diez su facturación en pocos años, de 100 millones a 1 millones de euros”. Sin embargo, también es cierto que otras empresas italianas no se quedaron al margen e hicieron lo mismo en el exterior, aunque en menor medida y comprando empresas de menor facturación: desde 99 Prada se hace cargo de la fábrica de calzado inglesa Church, Tod's Roger Viver, OTB (Only The Brave, el holding de Renzo Rosso) Martin Margiela y Viktor&Rolf, pero sobre todo Luxottica se ha llenado con 6 marcas de gafas incorporadas, entre ellas las muy apetecibles Ray Ban.

Independientemente de la propiedad, Made in Italy seguiría siendo seguro siempre que el conocimiento siguiera siendo 100% italiano. La tendencia, sin embargo, es aquella para la cual Italia se vuelve atractiva no solo por sus prestigiosas y buscadas marcas, sino también por su invaluable saber hacer y la calidad de su cadena productiva: y por lo tanto ahora los extranjeros no solo compran nuestras marcas, sino que vienen a “fabricarnos” las suyas. En otras palabras, utilizan a nuestros trabajadores, en particular para la parte más alta de sus colecciones, para producir bienes que luego serán "hechos en Francia", "hechos en los EE. UU.", etc.

“El valor total del façon –explica Pambianco– en los sectores de confección, calzado y marroquinería se estima en 2,2 millones de euros. Un valor bastante alto teniendo en cuenta que en la cadena de valor se refiere al primer 15% del coste del producto”.

Nada malo, aparentemente, dado que efectivamente el fenómeno de la producción "a façon" para grupos extranjeros acelera el crecimiento y la facturación de las empresas façonistas, es decir, las artesanales y pequeñas que hacen del saber hacer su fuerza pero que quedan recortadas por razones de tamaño fuera de la gran carrera exportadora. Sin embargo, el problema podría surgir a largo plazo, cuando podría existir la riesgo de que el consumidor internacional, especialmente el asiático que sigue dominando este mercado, empiece a dar más importancia a la marca (extranjera) y menos a la producción (italiana).

“El foco – resume Pambianco – pasaría así del 'hecho en' al 'hecho por'”. Corremos, pues, el riesgo no tanto de que la Bulgari del momento sea considerada francesa por haber sido adquirida por los franceses, sino -y quizás sea peor- de que la hipotética Bulgari francesa, que será equivalente a la italiana uno al producir en Italia, será reconocido exclusivamente como francés. Así que sí, adiós made in Italy. Entonces sí, nos convertiríamos en la China del lujo.

Revisión