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Mediobanca, Del Vecchio apunta a Nagel y piensa en Trieste

El responsable de Delfín quiere modificar el estatuto de Mediobanca superando la norma que permite al consejo de administración saliente presentar su propia lista para la renovación de cargos y poniendo efectivamente en el punto de mira a Alberto Nagel con la mirada puesta también en Generali

Mediobanca, Del Vecchio apunta a Nagel y piensa en Trieste

En la reunión de ayer del pacto de la luz de Mediobanca, la vulgata oficial es la del reciente entrada al Delfín de Leonardo Del Vecchio en la capital del instituto de Piazzetta Cuccia con una participación de 6,94%, lo que hizo que se convirtiera inmediatamente el tercer accionista del banco milanés, ni siquiera hubo una mención. Posible, muy posible, pero Del Vecchio fue el invitado de piedra de la reunión del pacto, porque no se puede pensar que invirtió 600 millones y deja claro querer levantar hasta el 10% del capital y convertirse en el primer accionista sólo para cobrar fructíferos dividendos sin mencionar a Mediobanca, su estrategia, su gestión y su gobierno barroco.

Y, de hecho, no tardaron en circular los primeros rumores sobre la voluntad de Del Vecchio de revisar el estatuto de Mediobanca, donde permite que el directorio saliente presente una lista de candidatos en la próxima junta de accionistas a fines de octubre y establece que el candidato a director gerente sea un gerente interno con al menos tres años de antigüedad. Cuestionar estas disposiciones del estatuto de Mediobanca significa solo una cosa: objetivo la silla del CEO Alberto Nagel, con quien Del Vecchio ha tenido en el pasado dos razones para disentir, el primero sobre el asunto Ieo-Monzino y el segundo sobre la estructura de Generali.

Pero si el objetivo de Del Vecchio está claro, lograrlo es otra cosa, por qué cambiar el estatuto de Piazzetta Cuccia implica la búsqueda de alianzas, comenzando desde Unicredit, que actualmente es el máximo accionista de Mediobanca con un 8,81%, y con otros posibles compañeros de viaje.

Lo de Del Vecchio, que le gustaría, no es tarea fácil cambiar la alta dirección de Mediobanca para luego pasar a contar más en Generali, donde Delfín tiene un 4,86%, de cara a la reunión de primavera. Cómo terminará es difícil de decir ahora, pero lo cierto es que los movimientos de Del Vecchio han abierto la puerta. un partido en el corazón del capitalismo italiano que está destinado a animar los próximos meses de las finanzas italianas y que puede tener implicaciones impredecibles en el equilibrio de poder.

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