"El Gobierno ratifica su compromiso de mantener los equilibrios de las finanzas públicas dentro del importe indicado en el documento de programación, respetando las autorizaciones parlamentarias. En particular, el nivel del déficit en 2,4% del PIB para 2019 será considerado un límite infranqueable”. Así se lee en la carta enviada este martes a Bruselas por el ministro de Hacienda, Giovanni Tria. La Comisión Europea había pedido a Italia que modificara los saldos de la Ley de Presupuesto, que no cumplen con las normas de la UE. Ante la negativa de Italia, ahora es evidente que el 21 de noviembre Europa iniciará el proceso que entre diciembre y enero conducirá a la apertura de un procedimiento de infracción contra nuestro país por incumplimiento de las normas sobre condonación de la deuda.
“Aunque se introducen innovadoras medidas de apoyo y una flexibilización de las restricciones a la jubilación –prosigue Tria–, la expansión fiscal decidida por el Gobierno sigue limitada a lo estrictamente necesario para contrarrestar la ralentización del ciclo económico. El gobierno cree que las razones para poner en marcha la maniobra conservan toda su validez incluso después de haber evaluado cuidadosamente” los hallazgos de la UE.
Sin embargo, "para acelerar la reducción de la relación deuda/PIB y protegerla del riesgo de posibles choques macroeconómicos, el gobierno ha decidido elevar la meta del 1% del PIB para 2019 a privatización de bienes públicos. Los cobros constituyen un margen de seguridad” y permitirán conseguir un descenso más acusado de la ratio deuda-PIB de 0,3 puntos este año, 1,7 en 2019, 1,9 en 2020, 1,4 en 2021 pasando del 131,2% en 2017 al 126,0 en 2021".
En cuanto a la crecimiento, “el gobierno sigue confiando en la posibilidad de lograr los objetivos: la maniobra se construyó sobre la base del marco de tendencia, y no tiene en cuenta el crecimiento planificado. Este enfoque prudente introduce un colchón en la ley de presupuesto, lo que evita un deterioro de los saldos presupuestarios incluso si los objetivos de crecimiento no se alcanzan por completo”.
LA RESPUESTA DE LA UE
Duro comentario de la canciller alemana, Angela Merkel,: “Italia es un país fundador, ha decidido con todos los demás estados las reglas que ahora son la base legal de la Unión, no podemos simplemente decir ahora que alguien dice que esto ya no es de interés. No me corresponde a mí decir nada más sobre Italia, ahora es la Comisión Europea la que está jugando un papel importante y es importante que se llegue a una solución. Y eso se hace en el diálogo con las autoridades italianas, esto también lo dijo el primer ministro italiano Conte”.
“Los planes del gobierno italiano son contraproducentes para la propia economía italiana, y ahora los tipos de interés de la deuda soberana son una vez y media más altos que hace un año”: así lo decía el vicepresidente de la Comisión de la UE, Valdis Dombroivskis, en un tuit que retoma su entrevista ayer en el portal letón Delphi. Los efectos del diferencial “son evidentes en la disponibilidad y el costo del crédito para la economía real, para las empresas y los ciudadanos.
Durante la jornada también intervinieron perentoriamente Austria y Holanda. "Más que nunca debemos exigir disciplina a Roma, no es solo una cuestión italiana, sino una cuestión europea", dijo el ministro de Finanzas de Viena, el popular Hartmut Löger, según el cual "Italia corre el riesgo de deslizarse hacia un escenario griego".
El Ministro de Finanzas holandés también comparte la misma opinión, Wopke Hoekstra: “No sorprende, pero es muy decepcionante, que Italia no haya revisado su presupuesto. Las finanzas públicas de Italia están fuera de control y los planes del gobierno italiano no están generando un crecimiento económico sólido”, dijo. “Este presupuesto no cumple con los acuerdos que hemos hecho en Europa. Me preocupa mucho esto", continúa el ministro, "ahora depende de la Comisión Europea tomar más medidas".
(Última actualización a las 17.10 del 14 de noviembre).
