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Capo mafioso interceptado: "Berlusconi me pidió..."

Según la fiscalía de Palermo, Giuseppe Graviano, el jefe de las masacres de 1992-1993, durante una conversación interceptada en prisión, parece querer atribuir el papel de instigador a Berlusconi. Por eso ya se han enviado los informes, a través de la Dirección Nacional Antimafia, a los fiscales de Caltanissetta y Florencia, que son los encargados de investigar la temporada de bombas mafiosas.

Capo mafioso interceptado: "Berlusconi me pidió..."

Nuevas interceptaciones podrían reabrir la investigación sobre las masacres del '92-'93 en las que perdieron la vida los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, y volver a involucrar al ex primer ministro Silvio Berlusconi. "Berlusca me pidió esta cortesía... por eso era la urgencia...", susurra Giuseppe Graviano, el jefe de las masacres, a su compañero de tiempo de aire en una conversación filmada por cámaras ocultas y recuperada por la fiscalía de Palermo.

“En 92 ya quería bajarse – continúa la intercepción – quería todo, y se inquietó, porque era… acchianavu (subí, ed)… en… con eso…”. La conversación con el capo Graviano está fechada el 10 de abril de 2016. "Él quería bajarse, pero en ese momento estaban los viejos, me dijo: se necesitaría una buena cosa"": según la fiscalía de Palermo, Graviano parece querer atribuir a Berlusconi el papel de instigador de las masacres de 1992-1993. Aquí porque el acta ya ha sido enviada, a través de la dirección nacional antimafia, a los fiscales de Caltanissetta y Florencia, que se ocupan de la investigación de la temporada de bombas de la mafia.

De hecho, esta mañana los fiscales Nino Di Matteo, Roberto Tartaglia, Francesco Del Bene y Vittorio Teresi depositaron en la audiencia 5000 páginas de escuchas telefónicas realizadas por el centro de operaciones de Dia en Palermo. Hay un misterio tras otro en el nuevo capítulo de la Proceso de negociación, que entre los acusados ​​ve a Marcello Dell'Utri, mano derecha de Berlusconi, actualmente detenido para cumplir una condena de siete años por competencia externa en asociación mafiosa. Graviano explica por qué las bombas terminaron repentinamente en 1993: "Ya no querían las masacres... la montaña me dijo, no... es demasiado". ¿Quién es la montaña? Luego revela qué le habrían ofrecido, no queda claro quién: “Nos ofrecieron pasaporte y 50 millones”. Y, de nuevo, presume de haber concebido a su hijo en la cárcel, en 1996: "Con mi mujer dormíamos juntos en una celda".

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