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El escándalo Murdoch sacude ahora a Scotland Yard

A los periodistas les gustan los policías, todos a la caza de secretos para poner en primera plana. El sensacional cierre de "Noticias del Mundo" no fue suficiente. De hecho, los acontecimientos están envolviendo al imperio Murdoch, con ramificaciones inquietantes que se infiltran en Scotland Yard. Moraleja: la credibilidad lo es todo, en el periodismo (y también en la policía). Pendiendo de un hilo James Murdoch.

El escándalo Murdoch sacude ahora a Scotland Yard

Periodistas del brazo de policías, y viceversa. Una mezcla que está erosionando la credibilidad de todo un universo: no solo el imperio de los Murdoch, sino la misma frágil confianza entre lectores y editores, en un momento crítico para la industria periodística. Ayer al mediodía, la glacial Rebekah Brooks (ex directora del tabloide cerrado y luego directora general de la editorial relacionada), protegida de Rupert Murdoch y primera cabeza caída en este escándalo, fue detenida y luego puesta en libertad bajo fianza.

En los últimos días había caído la segunda cabeza sobresaliente, la de otro fiel del magnate australiano: el director gerente de Dow Jones, Les Hinton (en el momento de las escuchas imputadas era el jefe de News International). Hinton había renunciado ante la consternación del propio Murdoch, mientras tanto atacado por flashes y micrófonos mientras, inmediatamente después de conocer a los padres de Milly Dowler, de trece años (asesinada en 2002, su teléfono celular fue interceptado por el tabloide acusado), él pronunció las fatídicas palabras: “Por supuesto, me disculpé” (por supuesto, me disculpé).

Sin embargo, aunque News International se disculpó aún más con los lectores en un artículo de página completa en los periódicos británicos de fin de semana, lo peor se estaba incubando. Y anoche, poco después de la liberación de Rebekah Brooks, el escándalo viral también arremetió contra la venerable institución de la policía londinense: dimitió Paul Stephenson, el jefe de Scotland Yard. Estuvo alojado con su familia durante 5 semanas en un spa de Hertfordshire. El coste de las vacaciones habría sido de 12.000 libras (13.600 euros). Pero el problema es otro, según revela El guardián: todo lo habría ofrecido una empresa a la que Neil Wallis, ex subdirector de la News of the World, también contratado por Stephenson como consultor de Scotland Yard. Cuando dices amistades peligrosas.

Mientras tanto, el escándalo se extendía aún más dentro del grupo editorial. Según los rumores, el actor Jude Law está listo para demandar por ser espiado en Nueva York. Con él, el futbolista-estrella David Beckham y el ex Beatles Paul McCartney. Y el siguiente gran jugador en juego sería James Murdoch, hijo de Rupert: habría ocultado correos electrónicos comprometedores a gran escala, lo que demostraría las peligrosas connivencias de los periódicos de su imperio.

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