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La hierba de Wimbledon y la caída de los dioses

Pese a las derrotas de Federer y Nadal entre Murray y Djokovic se anuncia una gran final. Entre las mujeres, el "patito feo" Bartoli en la prueba de Lisickj que echó a Williams. El Quinzi italiano en la final entre los juniors

La hierba de Wimbledon y la caída de los dioses

Y finalmente llegó la final. Y así hoy dos favoritos en el torneo masculino competirán por el título del torneo de tenis más prestigioso del mundo. Son el serbio Djokovic, número 1 del ranking mundial, recién llegado de casi 5 horas de semifinal ante el sorprendente argentino Del Potro, y Murray l'enfaint de pais, pero solo en un sentido amplio, dado que el tenista del Reino Unido es todavía un escocés. En cambio, dos forasteras se enfrentarán en la final femenina. La primera es Mariòn Bartoli, francesa de Córcega, que ya disputó la final en 2007, sucumbiendo ante la primera de las hermanas Williams, a saber, Venus. Su oponente es Sabine Lisicki, alemana residente en Estados Unidos, pero de padres polacos, además de responsable de la eliminación, tras un durísimo partido (9-7 en el tercer partido) de Radwanska, la jugadora más fuerte de Polonia como así como cabeza de serie número 4 en el torneo. Y el torneo de este año también fue el torneo polaco. Baste recordar los cuartos de final en los que se enfrentaron dos tenistas polacos, cuyo ganador, Janowich, luchó contra Murray por el acceso a la final hasta el último minuto.

Pero esto de las polacas es sin duda una de las anomalías menores de este Wimbledon 2013, que también podría llamarse el torneo de la caída de los dioses, dada la alta estirpe de las cabezas de serie que cayeron tanto en el campo femenino (Serena Williams uber alles, pero también Maria Sharapova y muchas otras) y en la masculina, donde los jugadores derrotados en las primeras rondas son nada menos que Rafa Nadal y Roger Federer. Son señales que nos hacen entender cómo el tenis internacional atraviesa una fase de transición, en la que se podrá ver a más de un escalador en el ranking de tenistas aún jóvenes. El torneo también se caracterizó por un manejo cada vez más difícil del terreno (césped) por parte de los contendientes. Numerosos resbalones y lesiones, en parte por la incomodidad de este terreno (cada vez hay menos torneos en campos verdes), en parte por la estricta disciplina reglamentaria del calzado, no todos aptos para todo tipo de hierba.
En cuanto a los protagonistas de las finales, las predicciones nunca han sido más difíciles que esta vez. En el campo femenino, Bartoli (una especie de patito feo en el circuito y ya veremos por qué) parecía especialmente decidida a vengarse de la final de 2007, sobre todo en cuartos y semifinales a la altura de la situación, pero en Inglaterra no lo consiguió. No pierde el ritmo y, sobre todo, tiene un gran deseo de ganar de su lado, lo que cuenta y cómo en el tenis. Discutida jugadora, debido a los despiadados sistemas de entrenamiento a los que la sometió durante años su entrenador (su padre, médico de profesión), no siempre querida por sus compañeros debido a su carácter introvertido, acusada por los puristas del tenis de tener un juego anómalo todo el tiempo. basado en la anticipación y una especie de movimiento perpetuo: como esos boxeadores que no pueden mantener los brazos quietos ni siquiera cuando están en la esquina. En lo que a mí respecta, la apoyaré porque me recuerda a un tenista italiano que era particularmente querido para mí: Beppe Merlo, que tenía un revés a dos manos incluso cuando esta forma de jugar era realmente una rareza. . La oponente de la tenista corsa será Sabine Lisicki, quien es quien derrotó a Serena Williams, considerada no solo la favorita número 1, sino también en un extraordinario momento de forma. La tenista alemana de padres polacos, parecía particularmente experta en adaptarse al césped de Londres. En cuanto a Williams, hay que decir que debe su derrota a su absoluta incapacidad para jugar en la red. Acostumbrada a tener golpes de ataque demoledores que le permiten cerrar el peloteo con antelación, la tenista estadounidense demostró sobre el césped de Wimbledon que casi siempre entra en pánico si tiene que avanzar más allá de la casilla de servicio para cerrar el punto.
La final masculina es muy abierta. Si un tenista del Reino Unido volviera a ganar después de cincuenta y tantos años, yo también estaría encantado. Luego, leyendo las crónicas de estos días, supe que Murray dice muchas malas palabras durante sus partidos. Una forma de salir del estereotipo que pretende que los atletas británicos sean maestros del "aplomo" y las buenas maneras. Pero ojo: Djokovic es un jugador muy sólido con un tenis tan sencillo como efectivo. Y realmente le importa ganar Wimbledon.
Finalmente, una nota sobre los italianos. Seppi, Pennetta, Knapp y Vinci en los octavos de final son un buen resultado de equipo. Lo cual es un buen augurio para el futuro, dada la última guinda: el joven Gianluigi Quinzi en la final del torneo junior. Algo se está moviendo también en el tenis italiano.

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