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Lazio-Inter, gran partido entre abucheos y aplausos para Inzaghi

El desafío de hoy en el Olimpico es el partido del cartel de la Serie A y verá el regreso de Simone Inzaghi al estadio donde dirigió a la Lazio durante años, a quien intentará vencer hoy. El Milan recibe en su lugar a Verona en San Siro.

Lazio-Inter, gran partido entre abucheos y aplausos para Inzaghi

Deje que la rueda comience a girar de nuevo. El campeonato se reinicia tras el parón de las selecciones, aunque hablar de parón es realmente impropio: nunca como esta vez, de hecho, tener el parón canónico de 15 días estresó a los clubes, acabando recaudando lesiones en serie, con inevitables controversias adjuntas. Solo piensa que Lazio-Inter, uno de los grandes partidos de la octava jornada, será sensacional condicionado por las eliminatorias sudamericanas, incluso finalizando en la noche entre jueves y viernes. Lo mismo había pasado también en septiembre, cuando la Juventus había pagado el precio, obligada a ir a Nápoles sin 8 jugadores, pero ahora, ante una agenda muy apretada, se suman también las lesiones traumáticas y aquí la discusión se amplía un poco a todos los de la Serie A, sin excepción. Sin embargo, los clubes no pueden perder el tiempo compadeciéndose de sí mismos, no con 7 partidos en 22 días que acabarán dirigiendo buena parte de la temporada, sobre todo en el ámbito internacional. Y luego abajo con la primera, o con una octava jornada que pone en el cartel a Lazio-Inter y Juventus-Roma, dos de los retos más atrapantes de todo el campeonato.

Hoy los focos estarán puestos en el Olímpico, que a 18 precisamente acogerá el partido entre los biancocelesti de Sarri y los nerazzurri de Inzaghi, ex por excelencia tras la larguísima militancia de la Lazio, que sin embargo terminó en medio de polémicas y disputas. Muchos no le han perdonado la sensacional despedida veraniega, madurada pocas horas después de una cena con Lotito y Tare que en cambio parecía presagiar la renovación del contrato: la inclusión de Marotta significó que naciera una nueva historia, destinada sin embargo a presentar la factura en este sábado a mediados de octubre.

“Sé que habrá abucheos y aplausos, pero es parte del trabajo, los aceptaré aunque la afición de la Lazio sepa que siempre lo he dado todo – comentó Inzaghi – Es una situación particular, Vidal y Sánchez ni siquiera estarán convocados, mientras que yo tendré que hablar con Lautaro, Correa y Vecino y ver cómo les va. Sabemos que tenemos otras alternativas en esos roles, trataremos de estar listos".

En la misma longitud de onda también Sarri, siempre reacio a aceptar el taponamiento de los calendarios, como ya demostró antes del parón. “Es difícil entender la situación cuando los futbolistas están viajando por el mundo, se entrenan más en la selección que en los clubes –tronó en la rueda de prensa–. Esto ya no es un deporte, el fútbol ahora es un espectáculo en el que todos los participantes intentan exprimir a los entusiastas para ganar dinero. Dicho esto, con el Inter espero una reacción más de los hombres que de los jugadores, en Bolonia hicimos un partido superficial y los tres goles que encajamos vinieron de situaciones embarazosas”.

En definitiva, un clima incandescente, aunque lo mejor llegará solo cuando los equipos estén en el terreno de juego. Inzaghi parece orientado a salvar a todos los sudamericanos, al menos desde el inicio, también porque el martes le espera un partido decisivo en la Champions League ante el sorprendente Sheriff. Su 3-5-2 así verá a Handanovic en la portería, Skriniar, De Vrij y Bastoni en defensa, Darmian, Barella, Brozovic, Gagliardini y Dimarco en el centro del campo, Dzeko y Perisic en ataque, con Lautaro y Correa dispuestos, posiblemente, a llevar la carrera.

En cambio, sólo una ausencia para Sarri, pero bastante pesada: Acerbi, expulsado del Bolonia, no estará. El 4-3-3 biancoceleste estará compuesto por Reina en la portería, Marusic, Luiz Felipe, Patric y Hysaj en la zaga, Milinkovic-Savic, Leiva y Luis Alberto en la medular, Felipe Anderson, Immobile y Pedro en el tridente ofensivo .

El primer premio en el trono poco envidiable de lo no disponible, sin embargo, pertenece legítimamente a Milán, capaz de perder, en unos días, a Maignan (3 meses de baja), Messias, Hernández y Díaz, este último positivo por Covid. Una auténtica muerte general, mitigada solo en parte por la vuelta al campo de Giroud, Ibrahimovic y Calabria, disponibles de nuevo tras sus respectivas lesiones. Y así el partido de San Siro contra Verona (20.45) se vuelve aún más insidioso, sobre todo porque los rossoneri volarán el martes a Oporto para intentar reabrir una Champions que hasta ahora ha sido tacaña de satisfacciones.

“La desgracia existe para las personas que sienten mala suerte – pasó por alto Pioli – Este no es el caso para nosotros, el grupo quiere superar todas las dificultades y explotarlas para demostrar nuestro valor. Será un partido complicado, Hellas con Tudor ha hecho cuatro resultados útiles consecutivos, habrá que moverse bien y en el momento adecuado: es cierto que los partidos directos son importantes, pero también es fundamental no perder puntos con los pequeños. equipos”.

Ni que decir tiene que el 4-2-3-1 de hoy estará muy lejos del típico, ya que verá a Tatarusanu en la portería, Kalulu, Tomori, Romagnoli y Ballo-Touré en defensa, Tonali y Kessié en el centro del campo, Saelemaekers , Daniel Maldini y Rebic en el trocar, Giroud en ataque. Formación típica en cambio para Verona, que responderá con un 3-4-2-1 con Montipò entre los postes, Dawidowicz, Gunter y Casale atrás, Faraoni, Tameze, Veloso y Lazovic en el centro del campo, Barak y Caprari detrás del sencillo propina Simeone.

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