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Lavoro, el actor "profesional" une mayoría y oposición

En la Comisión de Cultura de la Cámara acuerdan mayorías y oposiciones sobre la calificación de actor profesional y sobre la necesidad de establecer un registro especial

Lavoro, el actor "profesional" une mayoría y oposición

Finalmente, un argumento que une a la mayoría ya la oposición: la necesidad de reconocer el título de actriz o actor profesional y de constituir un registro. Sucede en la Comisión de Cultura de Montecitorio donde el proyecto de ley de algunos diputados del Partido Demócrata (Madia, Piccoli Nardelli, Serracchiani, Prestipino, Ciampi, Viscomi y Romina Mura) encuentra el apoyo, favor y atención de FdI, Lega y Fi.

La consideración inicial es que los actores y actrices a menudo viven en una condición incierta tanto por la falta de protección y derechos reconocidos, como por la característica intermitencia y esporádica del trabajo. También en relación con los efectos de la actual pandemia que ha agudizado las dificultades de los operadores del sector, la propuesta interviene para sentar las bases para regular el acceso a las profesiones en el sector del espectáculo, a efectos del reconocimiento profesional de la figura del actor y en especial la protección jurídica del trabajo del actor y actrices. 

Por tanto, se propone considerar actrices y actores profesionales a quienes ejercen esta actividad de forma exclusiva o predominante respecto de otras actividades laborales o profesionales y que reúnan los requisitos específicos para tener el reconocimiento del título de actriz o actor profesional y el registro en el registro Primero, necesita eso por un período de al menos cinco años los ingresos derivados de la profesión de actriz y actor constituyen más del 50 por ciento de los ingresos totales devengados.

Además, la posesión de un título expedido por institutos públicos o privados autorizados para la formación de actrices y actores reconocidos a nivel nacional o regional, con una duración mínima de tres años; o el pago de un número mínimo de cotizaciones a la seguridad social, 150 pagos realizados durante la vida laboral con elementos -no obstante- de posible flexibilidad. 
También debe tenerse en cuenta que el registro no constituye un registro profesional en ninguna forma y que la falta de inscripción en el registro en sí (no hay obligación) no excluye la posibilidad de ejercer la profesión de actriz y actor.

Durante la discusión, el apoyo explícito fue expresado por el Excmo. Federico Mollicone de Fdi, mientras que Luigi Casciello de Fi recordó cómo la comisión ya ha realizado audiencias que precisamente confirman la necesidad de reorganizar el sector, formado por operadores actualmente desprotegidos. Y Cristina Patelli, de la Liga, dijo que acogía con beneplácito la propuesta, un punto de partida para intervenir en el muy accidentado mundo del espectáculo en vivo.

Fi y Lega han anunciado planes para presentar proyectos similares, que amplían la audiencia e intervienen también en aspectos de seguridad social. Una pregunta, esta última, sobre la que el M5S también ha apuntado con el dedo.

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