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Trabajo y enfermedad: autocertificación de los 3 primeros días

El proyecto de ley aterriza en la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado - El primer firmante gitano: "Los que hacen de inteligente asumen la responsabilidad de haber hecho una autojustificación falsa: ya no tienen las espaldas cubiertas por el certificado de su médico"

Trabajo y enfermedad: autocertificación de los 3 primeros días

Autocertificación de los tres primeros días de ausencia al trabajo por enfermedad. Esta es la propuesta del senador de Italia dei valori, Maurizio Romani, que acaba de llegar a la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado y es apoyada por la Federación de Asociaciones Médicas (Fnomceo) que pide una revisión de la ley Brunetta. en este sentido durante cuatro años.

“En todos los casos de ausencia por enfermedad prolongada por un período inferior a tres días - dice el texto - el trabajador comunica su estado de salud al médico tratante bajo su exclusiva responsabilidad, quien remitirá una comunicación electrónica específica al Instituto Nacional sistema de seguridad social, así como al empleador".

Romani explica que "los astutos asumen la responsabilidad de haber hecho una autojustificación falsa: ya no tienen las espaldas cubiertas por el certificado de su propio médico, que se limita a hacer de 'cartero' enviando la declaración del paciente". al IPNS, y lo ve directamente con el médico fiscal enviado por el INPS. El proceso acaba de empezar pero, si hay voluntad política, puede ser aprobado al final de la legislatura”.

Según Maurizio Scassola, vicepresidente de Fnomceo, “no se trata de avalar el autodiagnóstico por teléfono, la relación entre médico y paciente se mantiene viva y activa. Hay trastornos, como las cefaleas o las gastroenteritis leves, cuyo diagnóstico sólo puede realizarse en base a síntomas clínicamente inobjetables. En estos casos, el médico debe limitarse, dentro de la relación de confianza que le une al paciente, a tomar nota de lo que le ha sido denunciado. Creemos que una autodeclaración podría ser útil, incluso antes de relevar al médico, para responsabilizar al paciente, como ya se hace, con excelentes resultados, en muchos países anglosajones. No creo que favorezca el ausentismo, confío en que somos un país maduro”.

Pero eso no es todo: el proyecto de ley también reduce las sanciones para los médicos establecidas por la ley Brunetta en caso de certificación falsa. “Actualmente –continúa Scassola– los médicos pueden perder su acuerdo, acudir al juez penal o ser multados con miles de euros solo por haber obtenido un certificado en condiciones particulares, por ejemplo por teléfono. Evidentemente esto no es correcto en un sentido ético-deontológico, pero en la actividad compulsiva cotidiana es algo que puede ocurrir. Y hoy las sanciones son desorbitadas en comparación con la magnitud de este tipo de errores”.

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