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El medio ambiente en la Constitución y la necesidad de un nuevo pacto social

La votación en la Cámara cierra un largo proceso por la protección ambiental en la Constitución. Los efectos en la economía

El medio ambiente en la Constitución y la necesidad de un nuevo pacto social

Es el mejor y más autorizado apoyo a la transición ecológica del gobierno de Mario Draghi. La reforma de los artículos 9 y 41 de la Constitución con la introducción de la protección del medio ambiente, la biodiversidad y los ecosistemas “también en interés de las generaciones futuras”, marca la redención de la buena política. Después de que el Senado aprobara el texto el 3 de noviembre de 2021, la Cámara lo votó en segunda lectura gran mayoría con un solo voto en contra y seis abstenciones. Poco importa que el partido de Giorgia Meloni ha dejado en libertad de voto a sus diputados, quizás porque la derecha aún no tiene una idea precisa de lo que significa comprometerse con la salud del planeta. Desde hoy están en vigor las nuevas normas y ningún referéndum -aunque no esté previsto- podrá modificarlas.

la risacimpacto en la economía

La Constitución ha incorporado el sentido y el compromiso de años de batallas que han visto pasar de un lado a otro a partidos y movimientos, sin llegar nunca a una síntesis efectiva y duradera. Ayer por fin llegó. "Es un acto de justicia intergeneracional", dijo el ministro Enrico Giovannini, mientras el colega Roberto Cingolani en el Parlamento atestiguó "la presencia del gobierno que cree en este cambio". Italia ha logrado un paso adelante decisivo, pero la retórica no debe reemplazar al pragmatismo. Pasado el énfasis, los nuevos principios del artículo 9, y sobre todo los del artículo 41, deberán encontrar aplicación concreta. En la vida cotidiana, en las decisiones y comportamientos de la Administración Pública, en el sistema económico. “La iniciativa económica privada es libre. No puede tener lugar en conflicto con la utilidad social o de tal manera que cause daño a la seguridad, la libertad, la dignidad humana, la salud o el medio ambiente”. dice el nuevo artículo. Las leyes ordinarias tendrán que establecer cómo y qué hacer para que las actividades económicas se orienten y coordinen para”fines sociales y ambientales.

El medio ambiente y el crecimiento económico.

Estamos en medio de una crisis energética que está poniendo de rodillas al país en los mismos meses en que se planifica el gasto en regeneración y energías alternativas. Nada se da por hecho, porque el camino para llegar a niveles más aceptables de sostenibilidad amambientales, de reducción de emisiones nocivas, de impactos en la salud, es larga. Se encienden debates en torno a las formas y etapas intermedias para lograr objetivos establecido en todo el mundo.

En el país hay decenas de empresas en proceso de reestructuración y actividades con impacto en el medio ambiente. La gran mayoría de los italianos son europeístas, pero todavía hay quienes cuestionan las opciones relacionadas con la investigación y el apoyo útiles para gestionar la transición. ¿Seguirán desviándose de los nuevos principios? Después de las enmiendas a la Constitución, más bien debemos trabajar por un nuevo y duradero pacto social que reconozca concretamente el valor del medio ambiente sin desligarlo del crecimiento económico y social. Desde la industria, pasando por los sindicatos, hasta las asociaciones ecologistas, se necesita buena voluntad para mantener unidos los paradigmas de desarrollo de una comunidad que, tras los años de bonanza económica e industrialización, debe mirar hacia delante con mayor serenidad. Al final, las nuevas normas constitucionales hacen justicia a muchos errores del pasado, por lo que el nuevo pacto, si se lleva a cabo, ni siquiera necesita ser escrito.

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