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La soledad del gerente y el abandono del lucro a toda costa en "Memorias de un infiel"

"Memorias de un infiel" de Sebastiano Nata, publicado por Bompiani, cuenta la historia de un gerente que ha dedicado toda su vida a la búsqueda de ganancias a cualquier precio y que, cuando se da cuenta de que ha perdido a sus seres más queridos, cambia todo

La soledad del gerente y el abandono del lucro a toda costa en "Memorias de un infiel"

La soledad del super gerente: hizo carrera, viajó por medio mundo, tuvo mujeres atrevidas, éxito. Pero de todo esto parece que no le queda nada. Tommaso Alfieri mira su vida y se da cuenta de que la ha despilfarrado. Perdió a Evelina, su amada esposa que encontró atención en otros lugares, y los niños se fueron por caminos separados. El está solo. Cree entender en qué se equivocó, quisiera devolverle el justo valor a sus días, pero no sabe cuántos le quedan: si es fácil asegurar el dinero ganado, nada está garantizado en la existencia de un hombre, especialmente si su salud falla. Y entonces traiciona el ideal de una misión dedicada a beneficio a cualquier precio y decide cambiar de vida. El "Memorias de un infiel” (Romanzo Bompiani, 17 euros) de Sebastiano Nata, habla de este susto, de este cortocircuito.

Un gerente en la encrucijada

Tommaso no se rinde, persigue lo que le parece posible. “Vivir lo que queda, recordar. Y saber algunas de las mil cosas que no sé. Empiezo tarde, no tengo mucho tiempo, pero espero no desperdiciarlo más". Quizá por eso accede a ayudar a Jolanda, una albanesa de ojos muy azules recluida en un campo a las afueras de Roma, que, sin embargo, se vuelve exigente hasta el descaro con él. Por eso, abandonando el storytelling corporativo, le cuenta cuentos de hadas a su sobrino Giovanni acunado en el calor del cariño incondicional. Tommaso se conmueve a menudo, incluso llora frente a una estatua, la Pietà Rondanini. Dentro de una choza de chapa y cartón, entre las páginas de un libro de cuentos de hadas, al pie de una obra maestra inacabada "que nos recuerda que pertenecemos a un amor infinito", algo aún sucede: Tommaso ve el camino hacia un renacimiento y para apaciguar sus despiadados tormentos: “Mis tormentos vienen de mis vicios: el orgullo, lacodicia, lainvidia, laambición. Pecados tan antiguos como el mundo, pero el capitalismo los ha exacerbado. Estamos solos luchando bajo los pies en un terreno de arenas movedizas dispuesto a tragarnos a todos, privilegiados o miserables. Sentimos que nos estamos hundiendo".

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