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La pobreza energética es una pesadilla italiana. El Foro Desigualdades insta a la intervención del Gobierno

La encuesta en 5 ciudades del Centro y Norte confirma la necesidad de abordar el problema en el sector asistencial

La pobreza energética es una pesadilla italiana. El Foro Desigualdades insta a la intervención del Gobierno

Facturas y consumo energia: no hay prima eso se sostiene. Los italianos ahora son pobres en esta zona. 5 millones. ¿Dónde estoy? ¿Cómo avanzan? Bueno, nos organizamos para entender.

Durante más de un año el Foro sobre Desigualdades Sociales el lo hizo. Identificó cinco áreas y junto con la Fundación Basso elaboró ​​el Informe "Bienestar Energético Local: un año de experimentación para nuevas políticas públicas".

Bienestar energético local

Comprender cómo llegamos a este punto fue el punto de partida para no dejar a estas personas abandonadas unos años más. Para ellos, la culpa es que no existen datos oficiales ni una definición socioeconómica. "La pobreza energética debe contextualizarse en el ámbito más amplio de la pobreza y es un fenómeno que encaja plenamente en el bienestar italiano", dice el Informe.

Podríamos haberlo imaginado pero esta vez hay una investigación de campo. Lo cual es una solicitud para toda la política. Sí, porque el empobrecimiento creció justo cuando se hablaba de la transición energética y ecológica. Un fenómeno que pasa desapercibido. Se estudiaron cinco ciudades del Centro y Norte: Florencia, Lecco, Varese, Trieste, Bolonia. No hay señales de un cambio de rumbo.

Una visión positiva del Gobierno y del Parlamento debería, en cambio, crear una enlace entre la justicia social y la ambiental. Los cambios a mitad de camino no son buenos, especialmente cuando dejan tras de sí focos de precariedad. Así, la transición hacia nuevos sistemas productivos de una de las mayores economías del mundo, privada de millones de familias, acaba teniendo costes sociales muy elevados. EL prima a costa de la comunidad, ¿no nacen también por eso? Tampoco vemos estímulo o ideas estructurales por parte de quienes defienden el Estado de bienestar. Al final todos pagamos por una visión distorsionada del bienestar. Sería una batalla de la izquierda, pero está congelada.

Un derecho oculto

A la luz de lo estudiado en las ciudades, tendría más sentido garantizar el derecho a acceder a fuentes de energía limpias, junto con el derecho a ahorrar y consumir energía producida a partir de energías renovables. ¿Quién se mueve primero? Y luego yo pobre Quienes en estos días festivos acuden a los comedores sociales piensan ante todo en el sustento.

Para quienes defienden el Estado de bienestar esta transición energética de época debe abordar las "cuestiones que surgen del estallido de la crisis medioambiental que nos expone a riesgos antes inexistentes y da más importancia a la prevención que a la compensación". Es un resumen aceptable del Foro que requiere comentarios. El gobierno continúa con intervenciones para redistribuir la riqueza hacia aquellos que no sólo no pueden pagar las cuentas, pero deben medir cuidadosamente el consumo. ¿Hasta cuándo se podrá mantener oculto un derecho tan preciado?

Las tarifas sociales, las comunidades energéticas, las declaraciones de ingresos y la autoproducción pueden marcar la diferencia. Asocia a quienes viven la pesadilla de los metros giratorios con un camino trazado y un tanto inconexo. Siempre y cuando se reconozca que el derecho a la energía – con todo lo que se aplica al medio ambiente – es el derecho de ciudadanía.

  

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