Una excelente Lazio, muy bien registrada en defensa con De Vray y Lukaku, y un calor asfixiante frenan a los campeones italianos, que aún se muestran algo amontonados, pero en la segunda parte la habitual Khedira desbloquea el resultado y regala a los bianconeri tres preciosos puntos con victoria por la mínima (0 a 1) pero muy importante para la clasificación y para la moral.
A la Juve le afectaron mucho las ausencias de Bonucci y Pjanic y la utilización de Higuaín a medio servicio, pero la experiencia, la paciencia y el cinismo terminaron por darle la razón.
Los bianconeri aguantaron bien en defensa, también porque la Lazio rara vez se mostró peligrosa pero carecía de imaginación en el centro del campo, donde Lemina y Asamoah son más intervisores que constructores de juego, mientras que los delanteros Dybala y Mandzukic no estaban en su mejor momento. Una vez más marcó la diferencia Khedira que, cuando le va bien, es uno de los mejores centrocampistas que hay en Europa. Higuaín entró en los últimos 20 minutos del partido pero no influyó mucho, mientras que el debut del joven croata Pjaca fue excelente, aunque sea por unos minutos, quien inmediatamente mostró cualidades fuera de lo común en un par de momentos.
Más allá del resultado, Simone Inzaghi puede, a su vez, estar contento con su Lazio: la defensa es una garantía en comparación con las pifias del último campeonato, Biglia y Parolo, aunque todavía no están en su mejor momento, dictan los tiempos en el centro del campo y en la delantera. Immobile es una amenaza constante para las defensas contrarias. Sin embargo, la Juve no perdona y una oportunidad es suficiente para conseguir el resultado.
