Sigue invicto, ve potencialmente lo más alto de la clasificación (pero debe ganar la recuperación del Nápoles), ha reunido un ambiente deprimido tras los resultados de los últimos años. Sin embargo, esta Juventus quiere más, mucho más. Quizá sacudido por los últimos acontecimientos del Calciopoli, que le recordaron la escuadra de 2006, El club de la Juventus parece querer apostarlo todo al mercado de invierno.
Fabio Paratici, director deportivo y mano derecha de Giuseppe Marotta, partió hace unos días rumbo a Brasil, donde vio a varios jugadores. La compra de Rodolpho casi se esfuma (el precio no baja y además hay muchos problemas burocráticos), se llama el nuevo objetivo brasileño para la defensa Dedé, el central de 23 años del Vasco da Gama. Pero el golpe verde-oro que Paratici está tratando de conseguir es Leandro Damián, delantero del Internacional, del que también habló muy bien Carlos Dunga, extécnico de la Seleçao: "Es un Careca muy técnico, pronto será un punto fijo de la selección".
La Juve lo quiere, pero solo se discutirá en junio. Para enero en cambio, además de Dedè, a los bianconeri también les gustaría tomar Mats Hummels, defensa del Borussia Dortmund de 22 años. El campeón alemán valora en 15 millones a su central, pero la Juve está dispuesta a jugar las cartas de Krasic y Elia, que tienen mercado en la Bundesliga y que ahora son banquillos permanentes blanquinegros. No será fácil montar una negociación tan compleja (los jugadores tienen que estar satisfechos desde el punto de vista contractual), pero la Juventus lo intentará. Seguro que Amauri se irá en enero, convencido por el cura Conte (tribuna, grada y más grada) para cambiar de aires: "Cuento los días, no veo la hora de irme de Turín", decía ayer el atacante. Pregunta: piénsalo primero, ¿verdad?