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La final de la Champions está en Lisboa pero es el derbi madrileño entre Real y Atlético

LIGA DE CAMPEONES - La Real de Ancelotti quiere a toda costa llegar a la décima de Champions pero en su camino se encuentra con el Atlético de Madrid de Simeone, fresco campeón de España, y no será fácil para nadie - Media Portugal en escena entre los dos equipos : el líder obviamente es Cristiano Ronaldo – Se juega en Lisboa pero Madrid se convierte en la capital europea del fútbol

La final de la Champions está en Lisboa pero es el derbi madrileño entre Real y Atlético

La obsesión de Décima, el sueño de Primera. Real Madrid - El Atlético de Madrid no es sólo una final de la Champions League, es La Final. Dos equipos de una misma ciudad divididos por el río Manzanares y por una infinidad de cosas, tanto que uno se pregunta cómo pueden vivir bajo el mismo techo. Esta noche, en el estadio Da Luz de Lisboa, habitualmente la casa del Benfica, disputarán la que en su momento se llamó Copa de Europa, el trofeo de clubes más importante y prestigioso del mundo. Es una cuestión puramente española, por supuesto, pero no solo. Portugal también estará sobre el césped, en parte por ser el país anfitrión, en parte por la presencia de Pepe, Thiago y, sobre todo, Cristiano Ronaldo. Hay curiosidad por ver cómo Da Luz recibirá al vigente Balón de Oro: portugués es cierto, pero de la escuela del Sporting, no precisamente lo mejor para la gente del Benfica. Y luego hay un poco de Italia jugando por la Liga de Campeones. De hecho, Carlo Ancelotti se sentará en el banquillo del club más prestigioso del mundo en el partido más importante, el que puede dar al Real Madrid la ansiada décima copa.

“Llevábamos toda una temporada esperando este momento – admitió el técnico blanco. – Hay mucha expectación y también un poco de preocupación”. Sí, porque el ejército madrileño no puede fallar en el asalto a la Champions, sobre todo ante los odiados primos colchoneros. Nadie a principios de año hubiera apostado un euro por el equipo de Diego Pablo Simeone, el otro pellizco de Italia presente en el césped (vale, es argentino, pero al fin y al cabo jugó en Pisa, Inter y Lazio, además de haber entrenó al Catania…). En cambio, el Cholo ganó la Liga sin perder nunca ante el Barcelona y la Real: precedentes que enorgullecen a los rojiblancos, representados íntegramente por su entrenador.

“Intento vivir el momento con responsabilidad, no con presión – pensó Simeone. – Queremos devolver a las personas que nos apoyan la misma alegría que nos siguen dando, sabemos que somos competitivos”. En definitiva, ningún asombro, ni de un lado ni del otro. Después de todo, así es, tanto porque las finales siempre han sido juegos en sí mismas, como porque ambos equipos tienen problemas de entrenamiento. Empecemos diciendo que allí estarán Cristiano Ronaldo y Diego Costa, los hombres más esperados del partido. Sin embargo, ambos apretarán los dientes, en particular el atacante español, puesto de nuevo en pie por una cura milagrosa (o al menos lo parece) a base de placenta de caballo (!). Tampoco estarán en lo más alto Benzema y Pepe, al igual que Arda Turan, todas personas que tiraron del carro durante toda una temporada y que ahora están dispuestas a jugar el partido de su vida aunque sea con una pierna. Ancelotti también tendrá que prescindir del sancionado Xabi Alonso, auténtico pivote de la medular, ausencia que puede resultar bastante pesada. No obstante, todo esto forma parte del aspecto técnico-táctico, pero a las 20.45 será otra cosa. En las finales de la Champions, además de pies, necesitas cabeza y corazón. Real y Atlético lo han hecho bien hasta ahora, pero solo uno levantará la copa con las orejas grandes. Será el triunfo de la Décima sobre la estatua de la diosa Cibeles, o la apoteosis de la Primera en la fuente del dios Neptuno. Después de eso en Madrid nada volverá a ser igual.

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