La línea europeísta, aunque cautelosa, del gobierno alemán pasa: la ayuda a Grecia y otros países en dificultades no es ilegítima. Los jueces del Tribunal Constitucional allanaron el camino a la política de ayudas, reafirmada (con muchos "si" y "peros") en la cumbre Merkel-Sarkozy de agosto.
Las intervenciones europeístas, según los garantes de la constitución alemana, no infringen la autoridad del Bundestag, el Parlamento de Berlín, en materia presupuestaria. Y sin embargo, el Ejecutivo alemán, según la sentencia del Tribunal, en el futuro tendrá que recibir el visto bueno de la Comisión de Presupuestos del Parlamento antes de lanzar nuevas medidas a favor de los países de la Eurozona.