El jefe de la fiscalía de la FIGC, Giuseppe Pecoraro, ha pedido dos años y medio de inhibición para Andrea Agnelli. El presidente de la Juve está, de hecho, implicado en el juicio vinculado al asunto de las relaciones entre el número uno del club turinés y los ultras de la Juventus.
Además de la inhabilitación solicitada para Agnelli, el Ministerio Público ha pedido dos partidos a puerta cerrada para la Juve, un partido con solo la curva sur cerrada y 300 euros de multa por responsabilidad directa del club.
Agnelli fue remitido por el fiscal federal por la supuesta violación de los artículos 1 bis (lealtad deportiva) y 12 (relaciones con los aficionados) del Código de justicia deportiva. Junto a él, también están implicados por responsabilidad directa el propio club Juventus, el exdirector comercial del club Francesco Calvo y el responsable de taquilla Stefano Merulla.
El número uno de la Juventus estará presente en la sala y ya ha reconocido haber conocido a los ultras como presidente como aficionados y haber vendido (y no regalado) algunos bloques de entradas a los grupos (y no de a cuatro como exige la la ley).
Tras la postergación del pasado 26 de mayo, el proceso entra en la segunda fase. El número uno del club de Turín está presente en el juicio asistido por los abogados Luigi Chiappero y Franco Coppi.
