El ajuste de cuentas ha llegado. Juventus y Real Madrid se reencuentran 10 meses después de la final de Cardiff, lo que les ponía delante para disputar la copa con las orejas grandes. Todos sabemos cómo terminó, pero esta podría ser una historia muy diferente o al menos eso es lo que esperan los blanquinegros, ahora adictos a los campeonatos y más bien hambrientos de una gran Europa.
Los blancos ciertamente han cambiado, habiendo llegado a Gales como campeones de España y ahora "lamentablemente" en tercer lugar, 13 detrás de Barcelona y también detrás del Atlético de Madrid. Pero ¡ay de pensar que LaLiga pueda ser un espejo válido: lo cierto es que la Real se transforma en Champions, casi como si fuera en casa!
El PSG sabe algo al respecto, que comenzó a embestir como un toro enojado y en cambio se encontró afuera en los octavos de final con los cuernos rotos. En definitiva, los bicampeones españoles al mando (nadie como ellos desde que existió la Champions) dan miedo pero la Juve tiene todo el derecho a soñar con el golpe, sobre todo en el doble enfrentamiento.
“Jugaremos el primero de dos maravillosos partidos contra ellos – comentó Massimiliano Allegri – Eliminar a la Real sería, además de un alarde, un paso más en nuestro camino, sabemos que nos enfrentaremos al equipo más fuerte y favorito para la victoria final pero debemos tener la ambición de ganar”.
En definitiva, Cardiff debe ser un estímulo, no un motivo para temer a los rivales. El aspecto psicológico puede ser decisivo en el doble desafío, especialmente en este del Estadio donde encajar un gol puede resultar fatal.
“No debemos tomarlo como una venganza, solo como una enseñanza – continuó Allegri – Ellos juegan muy serenos a nivel mental, debemos hacer exactamente lo mismo. Tenemos la calidad técnica, entonces está claro que necesitaremos un poco de suerte”.
“No hay revancha – se hizo eco Chiellini – En los muchos años que jugamos tenemos recuerdos positivos o negativos con todos los equipos más fuertes, si quieres llegar a la final tienes que competir contra Real, Barcelona o Bayern. Jugar con estos rivales da unos estímulos enormes, queremos confirmarnos a niveles altos".
Respeto al Madrid, no miedo: aquí está el mantra que, desde el día del sorteo, resuena en todo el mundo blanquinegro. Si es una creencia real o una forma de exorcizar el peligro, solo lo entenderemos viendo el partido, pero ciertamente ni siquiera los españoles saltaron de alegría ante la idea de enfrentarse a la Juve.
“Creo que son dos clubes con el mismo ADN, los dos siempre quieren ganar – dijo Zinedine Zidane – He jugado en ambos equipos, sé de lo que hablo: de hecho, puedo decir que aprendí en Turín lo que significa ser un ganador. Quizás algún día vuelva, nunca digas nunca, pero ahora solo pienso en el juego y hacerlo bien: será complicado pero siempre queremos superarnos”.
Y luego palabra al campo, donde, al menos sobre el papel, el Madrid parece estar mejor. De hecho, Zizou tiene a toda la plantilla a su disposición salvo Nacho, que se lesionó el sábado ante Las Palmas. No está mal, al fin y al cabo, el 4-3-1-2 blanco será lo mejor posible con Navas en la portería, Carvajal, Ramos, Varane y Marcelo en defensa, Kroos, Casemiro y Modric en el centro del campo, Isco (favorito sobre Bale) detrás pareja de ataque Ronaldo-Benzema.
Allegri, en cambio, tiene que hacer frente a las descalificaciones de Benatia y Pjanic: ausencias muy pesadas, a subsanar con la fuerza del colectivo más que con la individual. El técnico juventino se apoyará en el 4-3-2-1 con Buffon en la portería, De Sciglio, Barzagli, Chiellini y Asamoah atrás, Khedira, Bentancur y Matuidi en el centro del campo, Dybala y Douglas Costa detrás del único verdadero delantero Higuaín .
Estadio repleto, listo para empujar al equipo hacia otra gran empresa: una que, quizás, finalmente podría cambiar la historia europea de la Dama.
