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Juve-Napoli sin Sarri y Chiellini pero el Scudetto ya ha arrancado

Impactante lesión para el capitán de la Juve que ni siquiera recupera al entrenador: De Ligt debuta – Nápoles, este año o nunca más – Milan busca la redención con Brescia

Juve-Napoli sin Sarri y Chiellini pero el Scudetto ya ha arrancado

Ya está Juve-Nápoles! Ni siquiera llega el momento de archivar la primera jornada antes de pensar en la segunda, y por tanto el choque del Scudetto por excelencia de los últimos años. Eso sí, estamos recién en agosto y evidentemente el campeonato es todavía demasiado "joven" para hablar de la clasificación, pero ni que decir tiene que el partido entre blanquinegros y blues no es un partido como cualquier otro y que su El desarrollo tendrá novedades sobre la continuación de la carrera. Pase lo que pase, de hecho, nada volverá a ser igual, ni siquiera con un empate: en ese caso el Inter tendría la oportunidad del primer minipausa de la temporada. Difícil predecir el resultado del partido, aunque solo sea porque los elementos disponibles son pocos para ambos.

La Juventus de Sarri, gracias a la neumonía que aquejaba al técnico, no se dejó ver en Parma, el Nápoles de Ancelotti, pese a estar más probado, mostró la habitual mezcla de virtudes y defectos en Florencia. En común entonces está el mercado en pleno apogeo, desestabilizador para ambos, aunque aquí los Azzurri parecen estar en mejor forma. Pero podría ser la lesión de Chiellini la que más impacto tuvo, y seguro que no solo por esta noche, que sufrió una lesión en el ligamento cruzado anterior durante el último entrenamiento: parón garantizado de 6-7 meses, un golpe muy fuerte para toda la Juventus. mundo.

Su pérdida, aunque en un papel diferente, puede compararse con la de Cristiano Ronaldo: el peso específico del capitán es enorme, al igual que la cantidad de dinero que llovió sobre Paratici y Sarri. El primero debe sacar del mercado a Rugani y Demiral, a estas alturas todo menos despidos, el segundo acelerar la inclusión de Matthijs De Ligt, "obligado" a asumir la responsabilidad de la defensa a partir de hoy. Y decir que la idea era confirmar el equipo de Parma, por lo tanto el de Allegri, y luego lanzar la nueva versión inmediatamente después del descanso, según confirmó Martusciello en la rueda de prensa. Los planes cambian, pero el objetivo final sigue siendo el mismo: ganar.

“El Napoli es un excelente equipo, bien dirigido por Ancelotti – explicó el diputado sarri – Aunque llegue al inicio del campeonato, es un partido muy importante y estamos motivados para hacerlo bien, de hecho, muy bien. Nuestro objetivo es ganar, por lo que es importante que todos viajen en la misma dirección". El aviso a los regatistas, incluso a los puestos (quizás demasiado bruscamente) en el mercado, parecía claro, casi como si Sarri y su plantilla vieran la balanza en el vestuario como el verdadero obstáculo de esta temporada.

Ancelotti no tiene estos problemas, aunque los suyos Nápoles definitivamente se ha fortalecido en comparación con hace unos meses. Ayer también se incorporó Llorente ("Estoy feliz de volver a Italia", palabras del español en el aeropuerto), completando así una unidad ofensiva realmente espectacular. En definitiva, todo hace pensar que este puede ser un buen año para los azzurri, decididos a luchar por el Scudetto hasta el final.

“Queremos demostrar que podemos competir con el equipo favorito – confirmó Ancelotti. – Espero un equipo que juegue con personalidad y calidad, aunque este partido tan temprano le quita algo de importancia al resultado. Nuestro objetivo, sin embargo, es demostrar que somos competitivos para la victoria final”.

Ambos quieren mostrarse a la altura, obviamente con sus respectivas ideas futbolísticas. Sarri optará por su clásico 4-3-3 con Szczesny en la portería, De Sciglio, Bonucci, De Ligt y Alex Sandro en defensa, Khedira, Pjanic y Rabiot en el centro del campo, Douglas Costa, Higuaín y Ronaldo en ataque. Ancelotti responderá con un 4-2-3-1 que verá a Meret en la portería, Di Lorenzo, Manolas, Koulibaly y Mario Rui atrás, Allan y Zielinski en el centro del campo, Callejón, Fabián Ruiz e Insigne para apoyar al solitario delantero Mertens.

Sin embargo, el sábado del campeonato se abrirá El Milán de Giampaolo, comprometido en San Siro ante el Brescia (18 horas). Reto muy delicado para los rossoneri, obligados a ganar para borrar la mala derrota en Udine, con toda la polémica que se generó. Muchas, a decir verdad, eran hijas del mismo entrenador, que con sus palabras derribó gran parte del trabajo de verano.

“Han sido explotados – defendió el interesado. – No me voy a retirar ni un milímetro de mis conceptos futbolísticos, a veces se piensa que todo depende de los módulos pero no es así. Soy muy consciente de que aquí no hay tiempo, pero lo tomaré de todos modos, este equipo necesita asimilar mejor el conocimiento colectivo”.

Ciertamente, sin embargo, cualquier resultado que no fuera la victoria habría sido muy mal vivido y no sólo por los más de 50 que abarrotarán San Siro: las críticas, ya en pie de guerra tras los numerosos problemas del verano, harían pasar al mundo entero por 15 dias de infierno... También porque el mercado ciertamente no está ayudando, como lo demuestran las enormes dificultades tanto en términos de entrada como de salida. En definitiva, se necesita una victoria (posiblemente conviviendo), sin peros y Giampaolo, más allá de las declaraciones de fachada, lo sabe muy bien. Para conseguirlo decidió abandonar el 4-3-1-2 que probó durante 40 días en virtud de un 4-3-2-1 que, según él, podría devolver el brillo a Suso y Piatek, los más penalizados por el cambio de sistema.

Il Milán hoy Verá a Donnarumma en la portería, Calabria, Musacchio, Romagnoli y Rodríguez en defensa, Kessié, Bennacer y Paquetà en el centro del campo, Suso y Calhanoglu en el trocar, Piatek en ataque. Corini, tras la buena victoria en Cagliari, intentará volver a sorprender con su clásico 4-3-1-2 con Joronen entre los postes, Sabelli, Cistana, Chancellor y Martella atrás, Bisoli, Tonali y Dessena en el centro del campo, Spalek en apoyo a la dupla ofensiva formada por Ayé y Donnarumma.

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