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Italia vence 2-0 a Bélgica, Conte: "Ellos son los talentos, nosotros somos el equipo"

Los azzurri vencieron a uno de los equipos favoritos para la victoria final gracias a una rigurosa organización del juego -Blazers y Pellè en la red- Conte: “Los chicos supieron sufrir, demostrando que, si hay unidad, seremos capaces de lograr resultados importantes”.

Italia vence 2-0 a Bélgica, Conte: "Ellos son los talentos, nosotros somos el equipo"

Una Italia en movimiento. El debut de los azzurri en este Europeo no podía ir mejor: Bélgica, pintada en la víspera de una de las peores selecciones a las que enfrentarse, se dejaba domar por la furia de nuestra selección, capaz de imponerse con un claro 2-0 que se lleva directamente al liderato del Grupo E. Corazón, determinación y mucha, mucha organización táctica, he aquí la receta con la que Conte puso de rodillas a una de las selecciones nacionales más fuertes del torneo, desafiando la lógica y los pronósticos, demostrando que en el fútbol moderno, a menudo, son las ideas las que marcan la diferencia.

No es casualidad que la decisión la hayan tomado Giaccarini y Pellè, ambos muy fieles a un entrenador que privilegia el espíritu de sacrificio sobre la técnica individual, convencidos (con razón) de que el primero es más importante que el segundo. Puristas, descansen: esto no es (y nunca será) una Playstation Italia, sino un grupo de hombres dedicados a la causa, mejor representados por un entrenador tan feroz como preparado. El 3-5-2 de Conti arrastró a un campo de batalla a la mucho más técnica Bélgica, eliminando las diferencias cualitativas y luego golpeando en el momento más oportuno.

“Fue un buen partido, jugado de la manera correcta – pensó Conte. – Los muchachos supieron sufrir, demostrando que, si hay unidad, podremos lograr resultados importantes. Bélgica es una selección con talento, candidata a la victoria final, pero estuvimos bien como equipo: solo así saldremos adelante".

Mucha satisfacción también se explica por el sufrimiento de un partido vibrante, el más bonito visto en este Europeo por valores técnicos (de ambos) y tensión emocional. En la primera media hora reinó el equilibrio, con Italia jugando a las maniobras y Bélgica apoyándose en sus estrellas. En el 31' la jugada parte el partido: espléndido saque de Bonucci a Giaccarini, gran parada del polivalente azul y remate por detrás de Courtois.

Las jóvenes estrellas de Wilmots sintieron el golpe y el equipo de Conte (ensangrentado tras un festejo muy cierto con Zaza) pudo doblarse, lástima que Pellè, muy bueno haciendo el trabajo sucio, no supo capitalizar un culatazo desde corta distancia. En la segunda mitad, como era evidente, Bélgica adelantó el centro de gravedad en un intento de igualar, dejando a los azzurri (y a todo el pueblo italiano) en una apnea propia de las grandes ocasiones.

Sin embargo, el equipo nunca ha dejado de jugar, tanto que sufrió un sensacional contraataque que Lukaku falló de forma igualmente sensacional, demostrando que esta Italia no solo tiene una excelente organización defensiva sino también un respetable marcador ofensivo. Y así Pellè, tras no volver a doblegar (esta vez Courtois estuvo muy bien), encontró el 2-0 en pleno descuento (92'), llevando al éxtasis a Conte y con él a toda una nación. Quien ahora, a pesar del pesimismo de la víspera, comienza a soñar despierto: porque si el espíritu permanece en esto, ninguna meta puede ser excluida.

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