En 2017, el PIB crecerá un 1%, gracias a la contribución positiva de la demanda interna en rápida expansión. De hecho, Istat modificó la estimación de noviembre de 2016, que preveía una subida del +0,9%, recordando sin embargo que desde principios de 2015 Italia ha recuperado 1,9 puntos del PIB, mientras que el resto de la Eurozona ha subido un 3,5%.
El Instituto precisó que "la diferente intensidad del crecimiento italiano en comparación con el de la zona euro es una característica del ciclo económico actual".
El cambio en el pronóstico de Istat se debe a un "dinámica más sostenida del comercio mundial, lo que favorecería las exportaciones al reducir la contribución negativa del componente exterior neto”.
En las "Perspectivas de la economía italiana en 2017", Istat explica en detalle cuáles son los factores de este fortalecimiento del crecimiento: "la demanda interna sin existencias contribuiría positivamente al crecimiento del PIB en 1,1 puntos porcentuales, mientras que la contribución de la demanda exterior neta sería marginalmente negativa (-0,1 puntos porcentuales) y la variación de existencias sería nula”.
también crecen consumo doméstico, un 1% más en términos reales, pero a un ritmo inferior al de 2016. "El crecimiento del consumo -subraya Istat- seguiría siendo impulsado por mejoras en el mercado laboral, limitada solo parcialmente por el aumento esperado en los precios al consumidor”.
Istat destaca que una recuperación más marcada de la acumulación de capital -otro componente del PIB- ligada a la mejora de las expectativas empresariales constituiría un estímulo adicional para la actividad económica.
