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Industria y cadenas productivas: más agregación para relanzar las exportaciones

El Informe presentado por Prometeia y Unicredit enfatiza la necesidad de nuevas estrategias industriales, donde el primer paso para aumentar la competitividad de las exportaciones es el replanteamiento del tamaño mismo de las empresas.

Industria y cadenas productivas: más agregación para relanzar las exportaciones

Prometheia e UniCredit presentó el Informe "Industria y Cadenas de Suministro 2012" el pasado mes de diciembre, con el objetivo de la competitividad de las empresas en los mercados internacionales a partir del bienio 2013-2014. La idea de examinar la dinámica del sistema productivo surge de la necesidad de reconsiderar estratégicamente el tamaño de las propias empresas y el enfoque de la cadena de suministro puede representar un modelo ganador de agregación. El distrito o cadena productiva es una entidad socioterritorial caracterizada por copresencia activa, en un espacio territorial acotado, naturalista e históricamente determinado, de una comunidad de personas y de una población de empresas no sólo altamente concentradas desde un punto de vista sectorial, sino también en el que las relaciones entre ellas completan el proceso productivo: se privilegian las relaciones con otras empresas y personas pertenecientes al distrito, con la ventaja competitiva de sustituir las economías de escala por economías externas y, en particular, economías de relación. Por lo tanto, analizar el desempeño industrial desde una perspectiva de cadena de suministro integrada puede ayudar arrojar luz sobre los vínculos entre las diversas etapas de la cadena de suministro, destacando las fortalezas sobre las cuales aprovechar para desarrollar una mayor competitividad a lo largo del tiempo.

Debido a la colapso de la demanda interna de bienes y servicios de consumo, en los próximos dos años una empresa italiana que dirija su oferta al exterior tendrá una prima en términos de demanda de entre 4-5 puntos porcentuales frente a una contraparte concentrada únicamente en el mercado nacional. Ante unos consumos y unas rentas de los hogares que en 2014 estarán en los niveles per cápita de 1998 y 1986 respectivamente, basta pensar que las inversiones en edificación se estancan en los niveles de 1980, las exportaciones serán el único componente del PIB que se habrá recuperado a los niveles previos a la crisis. Así, los mercados en los que invertirán las empresas condicionarán inevitablemente el futuro de las cadenas de suministro, donde una estrategia exportadora eficaz podría adelantar al menos dos años la recuperación total de los niveles de producción industrial. Sin embargo, la internacionalización es un objetivo complejo, especialmente para las empresas más pequeñas y menos estructuradas. Como posible camino alternativo a seguir, el Informe propone laenfoque estratégico de la cadena de suministro, es decir, agregación en alianzas productivas como antítesis del enanismo y el individualismo empresarial.

La competitividad del sistema se describe como una variable clave del escenario y se desglosa en un índice sintético para 13 cadenas de suministro y 5 fases. Las cadenas de suministro que componen el índice son alimentos y bebidas; automatización; publicación; química; edificio; instrumentos electrónicos y de precisión; mecánica; electrodomésticos; Ingenieria Eléctrica; máquinas y sistemas; madera y muebles; rieles; moda. Las fases que componen el índice son: abastecimiento; primer procesamiento; procesamiento intermedio; producciones finales; distribución. El índice de competitividad, que tiene en cuenta las posiciones relativas en cada fase de las distintas cadenas de suministro, la participación en los mercados exteriores, la sostenibilidad de la deuda y la productividad, alcanza su máximo en las cadenas de suministro de máquinas y plantas, ingeniería eléctrica y mecánica. El resultado es el resultado de un posicionamiento homogéneo de las diferentes fases y precisamente en esta compacidad es posible identificar la fuerza de la oferta italiana, su competitividad y su excelencia.

Los resultados para los otros sectores “Made in Italy” son diferentes. En el'alimentación, productos químicos, electrodomésticos y moda la mayor contribución al buen posicionamiento del índice global depende sobre todo de los procesos finales, con el progresivo empobrecimiento de las etapas más aguas arriba. En el caso de automatización, electrónica e ingeniería eléctrica, la inclusión en las cadenas globales puede ofrecer márgenes de crecimiento de la llamada subcontratación mejores que el promedio general, que en general ve un crecimiento anual promedio en la facturación de 8 de las 13 cadenas industriales de menos del 1% para el período de dos años 2013-2014 . En este contexto, la fortaleza de las marcas en los productos finales de moda, alimentación y mobiliario puede garantizar una potencial de crecimiento en China, Türkiye y otros mercados emergentes para ser penetrados, donde una contribución a la competitividad de la cadena de suministro también puede provenir de las etapas más anteriores, que hoy pagan sobre todo por la excesiva fragilidad financiera y la contracción del crédito.

La rentabilidad en 2014 parece ser menor para las fases en los extremos de las diversas cadenas de suministro, como abastecimiento y distribución, el único que también presenta una previsión de crecimiento negativo de la facturación en los próximos dos años. En el caso de suministros, las empresas pagan por la falta de recursos naturales del país, pero también por un ciclo de pagos que en Italia penaliza sobre todo a las empresas más arriba en las cadenas productivas. La distribución en cambio, tendrá que pagar el escenario negativo de consumo interno, una baja vocación internacional y un sistema de suministro muy fragmentado.

El informe Prometeia-Unicredit concluye proponiendo dos tipos de solución a la estrategia de crecimiento y exportación dimensional de las empresas: la clásica fusión entre empresas por un lado, que sigue siendo la más simple y directa para alcanzar altos niveles de productividad y eficiencia, y la de la perspectiva de la cadena de suministro por otro, a través de la creación de redes entre empresas con estrechas colaboraciones entre proveedores y clientes, con una base de colaboraciones más amplia y geográficamente heterogénea frente a los clusters productivos de carácter predominantemente local. De hecho, no es difícil explicar la geografía de los flujos de IED que ingresan al territorio nacional al observar la estructura productiva de los sectores y las empresas. En efecto, si la difusión generalizada de empresas pequeñas y fragmentadas provoca una escasa atracción de capitales, cuanto más diversificado sea un sistema productivo, más capaz será de absorber choques externos.. He aquí entonces que la estrategia más efectiva parece ser la de adoptar políticas industriales selectivas capaces de desencadenar mecanismos virtuosos a escala transnacional, vinculando las empresas exportadoras a los sistemas de producción locales, tanto en Italia como en el extranjero, y así explotar oportunidades globales a través de fusiones entre empresas o el establecimiento de cadenas de suministro, alimentando así su competitividad a medio-largo plazo. En otras palabras, la unión hace la fuerza.

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