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Increíble: la ley de competencia corre el riesgo de fortalecer los monopolios

Una enmienda a la ley de competencia que ha estado en discusión en el Parlamento durante algún tiempo propone abolir una disposición de la ley Antimonopolio de 1990 con el efecto de fortalecer los monopolios - La ley en discusión fue creada para abrir más los mercados pero corre el riesgo de cerrarlos - Pero ay de renunciar

Increíble: la ley de competencia corre el riesgo de fortalecer los monopolios

¿Puede la ley de competencia convertirse en una ley anticompetencia? Depende del punto de vista, habría dicho Totò. Y no cabe duda que para el parlamentario que presentó la enmienda 52.0.200/1 (texto 2), que propone derogar el párrafo 2 quater del artículo 8 de la ley 287/1990 (el que introdujo la competencia), la ley de competencia puede representar una excelente oportunidad para reducirla.

El apartado cuya derogación se propone reza así: "A fin de garantizar la igualdad de oportunidades de iniciativa económica, si las sociedades a que se refiere el apartado 2 (esto es, que operen en régimen de monopolio o presten servicios de interés económico general) pongan a disposición de las sociedades en las que participen o sean filiales los distintos mercados a que se refiere el apartado 2-bis de bienes o servicios, incluida la información, de los que tengan disponibilidad exclusiva en función de las actividades que realicen en virtud del mismo apartado 2, están obligados a hacer accesibles dichos bienes o servicios, en condiciones equivalentes , a otras empresas directamente competidoras.

La intención de esta regla es clara: ¿brinda un servicio de monopolio? Pues bien, la infraestructura, la información y cualquier otra cosa que se utilice para una concesión recibida del Estado también debe estar a disposición de terceros si el monopolista los utiliza (en todo caso a través de una empresa separada) también para las actividades liberalizadas. Hubo un caso reciente en el que la Autoridad Antimonopolio advirtió a Poste Italiane de no ofrecer, previa solicitud explícita, a un competidor de la filial Poste Mobile acceso, en términos equivalentes, a los bienes y servicios de los que Poste Italiane tiene disponibilidad exclusiva dependiendo sobre las actividades incluidas en el servicio postal universal.

Se trataba pues de permitir el uso de las oficinas postales para la venta de servicios telefónicos. No hubo sanción y está pendiente un recurso al TAR (como es habitual) pero evidentemente es mejor protegerse (también ante posibles acciones de indemnización de perjuicios) con una ley y permitir una buena extensión de la fuerza del monopolio en mercados liberalizados . Y todos los sectores de red que operan en monopolio se beneficiarían de ello. Veremos en los próximos días la conclusión de esta historia.

El derecho de la competencia está demostrando ser un caso maravilloso de heterogeneidad de fines. Nacido en la Ilustración para fortalecer el proceso de apertura de mercados, la gente trata de usarlo para cerrarlos: ¿es un principio de realidad que se afirma? ¿Nadie realmente quiere la competencia en estos días? Así parece. Pero nosotros, los pobres comerciantes sobrevivientes del mercado, no nos resignamos; como decía Totò, renunciar es cobardía.

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