Los gobiernos europeos están gastando mucha energía para calmar los mercados financieros y rescatar a los bancos mientras el empleo sigue siendo un objetivo de segunda clase. En unos seis meses, la desaceleración de la economía mundial comenzará a mostrar sus efectos en el mercado laboral y no se deben subestimar los problemas que podrían derivarse de ello. Esto es lo que leemos en el último informe del Instituto Internacional del Trabajo (OIT) (descárgalo en inglés aquí).
Las medidas de austeridad, puestas en práctica por muchos países avanzados, obligarán a reducir los programas estatales de apoyo al empleo que hasta ahora habían paliado parcialmente los problemas asociados al desempleo. La reducción del empleo es un fenómeno que ya empieza a materializarse, incluso en los países emergentes. En los próximos dos años -para recuperar los niveles anteriores a la crisis- serán necesarios 80 millones de empleos más, pero la economía mundial no podrá crear más de la mitad. Según la OIT, los principales consecuencias de este aumento del desempleo serán dos:
AUMENTO DEL DESCONTENTO SOCIAL – Es un fenómeno que ya se está gestando en muchas zonas del mundo (ver gráfico en la foto). Desde 2010, el riesgo de malestar social ha crecido considerablemente y de los 119 países considerados, el 58% muestra signos de empeoramiento de las condiciones de vida.
MAYOR DESACELERACIÓN DE LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA – A través de un mecanismo de reducción de la demanda y la inversión que conduciría a un círculo vicioso del que sería difícil salir.
En los países avanzados, y sobre todo en la UE, se está prestando demasiada atención a tratar de calmar los mercados financieros y muy poca atención a restaurar la economía real. El empleo todavía se considera un objetivo de segunda categoría. La Oit propone algunos políticas favorables al empleo para estimular de nuevo el crecimiento global:
RECONSIDERAR LAS POLÍTICAS DE MODERACIÓN SALARIAL – Alinear los niveles de rentabilidad con los salarios es una forma de apoyar la inversión y estimular el crecimiento.
DEVOLVER CRÉDITO A PEQUEÑAS EMPRESAS – En la Unión Europea, alrededor de una quinta parte de las pequeñas empresas se han quejado de un acceso inadecuado al crédito y permitir que las empresas vuelvan a invertir es la base del crecimiento.
ENFOQUE PRO EMPLEO EN LAS REFORMAS – Muchos países, con el fin de restaurar las finanzas públicas, han optado por recortar los planes de apoyo a la renta. Esta elección podría tener, a la larga, muchos efectos indirectos negativos (pobreza y menor consumo, por ejemplo), aunque a corto plazo permitan ahorrar costes.
DEVOLVER EL EMPLEO AL CENTRO DE LA AGENDA GLOBAL – Comenzando con programas de protección social favorables al empleo, hasta salarios mínimos bien estructurados, se debe implementar una regulación del mercado laboral y un diálogo productivo entre los interlocutores sociales, especialmente en la zona del euro, donde los signos de desaceleración económica son más fuertes.
COORDINACIÓN DE POLÍTICAS INTERNACIONALES – En un mundo cada vez más globalizado, los efectos de una crisis en un área del mundo conducen necesariamente a efectos negativos en otras regiones del globo también.
Descargue el informe de la OIT en inglés (haga clic aquí)
