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Venezuela se divide entre Maduro y Guaidò y divide al mundo

La Venezuela de los dos presidentes vive horas dramáticas mientras el mundo se resquebraja: Rusia, China, Cuba y Turquía con Maduro, EEUU, Europa y América Latina principalmente con Guaidó –Ejército o Constitución– El gobierno italiano vacila entre los empujes tercermundistas del Cinco Estrellas y el trumpismo de la Liga que ayer llamó a la caída rápida de Maduro

Venezuela se divide entre Maduro y Guaidò y divide al mundo

El ejército con Maduro y la Constitución con Guaidò. Tras la autoproclamación del líder opositor democrático Juan Guaidó para dirigir el país, Venezuela está dividida en dos y cada vez más envuelta en una guerra civil que causa muertos y heridos. El presidente Nicolás Maduro, apoyado por el ejército, ridiculiza el alcance de la revuelta de Guaidò ("Es una farsa") pero cada vez está más solo: en casa y en el exterior. En casa porque la gente está harta de la abolición de los derechos constitucionales y democráticos pero sobre todo de la miseria en un país rico en petróleo que obliga a miles y miles de sus ciudadanos a intentar alimentarse y salvarse en los países latinoamericanos más cercanos a América.

Pero Maduro también está más solo a nivel internacional: tiene a la Rusia de Putin, a la China de Xi, a la Turquía de Erdogan, a la Siria de Assad de su lado pero todo Occidente -Trump a la cabeza- no puede esperar a que caiga Maduro y su insostenible régimen dictatorial. . El aislamiento que vive Maduro en América Latina también es muy importante porque todos los principales países -desde Brasil hasta Argentina- están, más allá de la diversidad de sus regímenes, del lado de la oposición venezolana y en contra de Maduro. La excepción, por supuesto, es Cuba, siempre con Chávez y sus seguidores.

Estados Unidos está del lado de Guaidó aunque la estrategia de futuro no esté clara y Europa está en contra de Maduro, desde la Alemania de Merkel hasta la Francia de Macron y la España de Sánchez. Italia oscila entre los empujes tercermundistas del Cinco Estrellas y la dificultad de la Liga para conciliar la vocación trumpista con la lealtad a Putin, que siempre ha apoyado a Maduro a cambio de petróleo. Ayer, sin embargo, el líder de la Liga, Salvini se pronunció en contra del régimen de Caracas: “Estoy con el pueblo venezolano y en contra de regímenes como el de Maduro, basados ​​en la violencia, el miedo y el hambre: cuanto antes caiga, mejor”.

La crisis en Venezuela, que alarma a la comunidad internacional, está en plena evolución y los próximos días serán decisivos. Maduro jura que nunca entregará el cetro de mando y el ejército es su escudo pero, hasta el momento, las fuerzas armadas no se han atrevido a tocar a Guaidó y la judicatura no se ha movido a pesar de que la Fiscalía General es un exponente del chavismo. Lo que llama especialmente la atención es que la última manifestación popular promovida hace unos días por Maduro, con su discurso desde el balcón del palacio presidencial en Miraflores como hacen todos los dictadores, fue mucho menos concurrida de lo habitual, a pesar de las intimidaciones del régimen. .

Los violentos enfrentamientos callejeros ya han causado 26 muertos, cientos de heridos y 360 detenidos. El consenso por Guaidò está creciendo en los barrios populares, pero hasta ahora no hay un plan claro para gestionar la transición democrática y el riesgo de una guerra civil cada vez más amarga está a la vuelta de la esquina. El líder opositor ha ofrecido a Maduro una amnistía a cambio de su renuncia pero por ahora el dictador no se da por vencido.

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