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El sector papelero vivió un 2010 de crecimiento. Pero solo gracias al auge de las exportaciones.

A nivel nacional, además de la falta de dinamismo del mercado, aún existen obstáculos estructurales al desarrollo como el alto costo de la energía.

El sector papelero vivió un 2010 de crecimiento. Pero solo gracias al auge de las exportaciones.

A pesar de Italia y de las limitaciones de su sistema nacional, la industria papelera italiana está creciendo. En 2010, la producción registró un incremento del 6,9% con casi 9 millones de toneladas producidas, mientras que la facturación total superó los 6,8 millones de euros (+14%) gracias principalmente a las exportaciones, que aumentaron un 14% en volumen y un 18% en valor. En presencia de una demanda nacional que también en 2010 se confirmó como poco dinámica, las papeleras exportaron casi el 40% de su producción, la cuota más alta jamás alcanzada. “El fuerte componente extranjero –explica Paolo Culicchi, presidente de Assocarta– también se manifiesta en la cadena productiva de edición, papel, imprenta y converting que en 2010 registró un aumento de la facturación del 3,3% (36 millones de euros) manteniendo un saldo positivo de comercio que pasó de 1,8 a 2,9 millones de euros entre 2002 y 2009”. Señales positivas también en el primer trimestre de 2011 que muestran una tendencia general de mejora en los volúmenes (+3,2%) pero con diferencias significativas entre los distintos sectores, mientras que la facturación (+15%) refleja la necesidad de las papeleras de recuperarse de los apremiantes aumentos en materias primas fibrosas que siguen ejerciendo una fuerte presión sobre los márgenes. También es cada vez más complejo de resolver el tema del costo de la energía, que para las papeleras italianas puede representar el 30% del costo total de producción.

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