comparte

El salario mínimo por ley y la pifia de Calenda: ¿qué le espera al líder de Acción para salir de la trampa de Pd y M5S?

Un paso a la ley de salario mínimo puede ayudar, pero no es la varita mágica. Si vamos a impulsar los salarios más altos, necesitamos dar rienda suelta a la productividad. ¿A qué espera Calenda para salir de la trampa que usan el Partido Demócrata y 5 Estrellas para hacer propaganda política?

El salario mínimo por ley y la pifia de Calenda: ¿qué le espera al líder de Acción para salir de la trampa de Pd y M5S?

Es una demagogia política verdaderamente trivial escuchar al secretario del Partido Demócrata y al jefe de 5 Estrellas pensar que la introducción de salario mínimo de 9 euros la hora puede traer repentinamente mucho más dinero a los bolsillos de los trabajadores pobres. ¡Si una ley bastara para hacer a todos un poco más ricos, seríamos mucho más felices! Y sorprende aún más que Calenda, secretario de un partido liberal, puede sumarse a semejante disparate sin ni siquiera mencionar el tema de la productividad italiana estancada desde hace más de veinte años, y que explica que aquí los salarios hayan subido mucho menos que en otros países europeos.

Pero tratemos de entender de qué se trata más allá de los argumentos más políticos utilizados por la oposición para tratar de acorralar al gobierno acusado de insensibilidad hacia los millones de trabajadores pobres que también tienen que sufrir los duros golpes de la la inflación aumenta. Gobierno que se dice, dicho sea de paso, tartamudea, porque no cuenta con personas que tengan experiencia efectiva en el campo de las relaciones laborales y ni siquiera es capaz de consultar a expertos.

Los sindicatos responden con regateo

Primero, debe recordar que si no ha ganado un salario mínimo en los últimos años es por oposición de los sindicatos (Cgil in primis) que temen que el salario mínimo pueda restarle protagonismo al contrato nacional que es el eje sobre el que descansa su poder. Ahora esta oposición ha sido superada gracias a la formulación de la propuesta de ley de la oposición que, como destaca Giampaolo Galli (economista y exdirector general de Confindustria) establece que para cada sector económico el nivel mínimo por debajo del cual no pueden descender los sindicatos "representativos a nivel nacional" es el de 9 euros. Y que el nivel establecido por los sindicatos se extienda obligatoriamente erga omnes. En resumen, todas las empresas de un determinado sector deberían estar obligadas a cumplir con las disposiciones del contrato estipulado por los sindicatos más representativos que a nivel nacional son solo CGIL, CISL, UIL y quizás Ugl. E incluso los trabajadores serán encasillados en sus sectores sin necesidad de ser consultados.

El salario mínimo legal y las relaciones laborales

De esta manera, argumenta Galli, se salva salario mínimo e contrato nacional con un mayor endurecimiento de las relaciones laborales y una nacionalización de facto de las relaciones laborales. El Estado decidiría cuánto ganar tanto actuando sobre la palanca fiscal (reducción de la cuña, o desgravación del decimotercer salario, etc.) como financiando a las empresas más pequeñas con un fondo especial que debería ayudarlas a aplicar el salario mínimo. Si las relaciones laborales se vuelven más rígidas y burocráticas, ya no serán posibles casos como el de Fiat que, al salir, Confindustria pudo redactar un contrato más adecuado a sus necesidades con el acuerdo de los trabajadores de la fábrica expresado en referéndum, o el de Ita que logró no aplicar el contrato ferroviario dominado por la FS.

El vínculo objetivo entre el crecimiento de los salarios y el aumento de la productividad

Está claro que el salario mínimo tiene sentido si sirve para reducir la carga de negociación nacional y conducir, en cambio, a potenciar el corporativo donde se pueden realizar intercambios efectivos entre el compromiso del trabajador y su remuneración. Los sindicatos tendrían un espacio considerable siempre que la medida del salario mínimo se fije en un nivel de alrededor del 50-60 % del salario medio y no en el 80 % como propone la oposición. Además, los sindicatos se verían obligados a obtener el consentimiento de los trabajadores fábrica por fábrica para intentar interpretar los grandes cambios que están afectando al mundo del trabajo. Ya no existe el viejo obrero fordista que vende su fuerza de trabajo. Hoy, como muy bien explica el hermoso libro de Aldo Bottini y Alberto Orioli "El trabajo del trabajo" para las ediciones de las 24 Horas, la gente busca otras cosas: quieren tener una vida útil adecuada, quieren formarse en la empresa, quieren una indicación de su potencial profesional. Y luego no es cierto que no tengan peso contractual. Ya hoy, y aún más dentro de algunos años considerando la tendencia demográfica, habrá una carrera por parte de las empresas para captar a los mejores trabajadores y las empresas seguramente estarán más dispuestas a pagarles para mantenerlos en sus fábricas.

Por todas estas razones, nuestro país necesita urgentemente un cambio profundo en las relaciones laborales para estimular la productividad y por ende aumentar los salarios de los trabajadoresespecialmente en la parte variable. El salario mínimo, por tanto, no debe ser un sistema para congelar las actuales situaciones de ineficiencia, sino por el contrario debe ser el candado a través del cual se renueven las organizaciones sindicales tanto de trabajadores como de empleadores.

Repensar el proyecto de ley de salario mínimo

Habría que replantear por completo la formulación actual de la factura, no sólo en la cantidad fija de 9 euros que es totalmente poco realista, pero en la forma de escribir el texto que apunta a la burocratización de los sindicatos, probablemente sufriendo, como dice GP Galli, de una violación de la constitución en lo que respecta a la libertad de asociación.

Esperando a que Calenda se escape de este trampa usado por Pd e 5 estrellas solo para hacer un poco de propaganda politica, desinteresada en los hechos del problema real de los trabajadores y como tratar concretamente de aumentar sus salarios? ¿Qué gana un partido liberal al estar junto a personas que quieren devolver las relaciones laborales al siglo pasado, provocando efectivamente otro bloqueo en nuestras esperanzas de crecimiento?

Revisión