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El primer ministro Mario Monti inaugura el Vodafone Village de Milán: "World Center of Excellence"

El presidente del Gobierno cortó la cinta de Vodafone Village, el nuevo complejo ecotecnológico de Milán – “La crisis no ha quedado atrás porque estemos saliendo del precipicio, sino que es él quien se ensancha. ¿Hacer la revisión de gastos primero? Habríamos dado una señal equivocada a los mercados” – “Hablamos mal de la UE, pero sin Europa no había Vodafone”.

El primer ministro Mario Monti inaugura el Vodafone Village de Milán: "World Center of Excellence"

Tras los recortes del gasto público, el corte de cinta. El primer ministro Mario Monti inauguró el Vodafone Village en Milán el sábado 16 de junio, centro de excelencia de la primera empresa europea de telecomunicaciones construido en poco más de tres años en la antigua zona industrial abandonada de via Lorenteggio, que albergará en uno a los 3 empleados de Vodafone de la capital lombarda espacio ecotecnológico de un total de 100 mil metros cuadrados, costó 300 millones de euros.

Tras la inauguración oficial del Village, en presencia del consejero delegado del grupo global Vodafone, Vittorio Colao, y del consejero delegado de Vodafone Italia, Paolo Bertoluzzo, el presidente del Gobierno hizo balance de la situación económica general, tras las importantes medidas adoptadas en el Decreto de Fomento aprobado ayer. Que los primeros pasos de la fase 2 de la misión de gobierno, dedicada al crecimiento, se han definido, de manera impropia según Monti: "No hay una segunda fase, y no comenzamos a lidiar con el crecimiento ayer. –precisó el primer ministro-: trabajamos por el crecimiento también en el aseguramiento de las finanzas públicas, y también, en los primeros meses de nuestro mandato, a pesar de algunas medidas fiscales duras y desagradables, cuando nunca perdimos de vista la necesidad de competitividad. Como por ejemplo con el decreto de liberalizaciones”.

Entonces, ¿por qué esperar hasta ahora para la revisión de gastos? “Es cierto que las desinversiones de bienes públicos se podrían haber hecho antes, pero habríamos dado una señal equivocada a los mercados. El verdadero punto sobre el que fuimos y estamos llamados a poner a prueba es el de la voluntad de cambio permanente, sobre los grandes flujos y también sobre las costumbres sociales, por ejemplo en la lucha contra la evasión fiscal. Y luego, los bienes públicos: las grandes empresas ahora son pocas, y bastante devaluadas por los precios actuales del mercado. No es apropiado venderlos ahora".

De hecho, la crisis aún no ha quedado atrás. Y difícilmente será a corto plazo: “El crecimiento lleva mucho, mucho tiempo. Creo que incluso está mal decir que respiramos más hoy que hace unos meses. De hecho gracias a los sacrificios de todos nos hemos alejado del borde del precipicio, pero es el cráter del precipicio el que se ha ensanchado peligrosamente. Y esto sucederá hasta que Europa sea capaz de darse una nueva gobernanza”.

Una Europa a la que sin embargo también van grandes méritos, empezando por el gran éxito del grupo Vodafone, que tiene en la Bota a su segundo país más importante del mundo, y que hoy inaugura un centro de tecnología absolutamente vanguardista. “Vodafone –recordaba con orgullo el consejero delegado italiano Vittorio Colao– es la quinta empresa más grande del continente, la primera en telecomunicaciones y la tercera en telecomunicaciones a nivel mundial. Italia es el segundo país más importante en nuestro negocio, sobre todo como fábrica de ideas e innovación”.

“Sin embargo, todo esto –añadió Colao– no habría sido posible sin Europa y su mercado competitivo”. Perfecta asistencia de Mario Monti, que en los mismos años en los que el antiguo Omnitel, nacido de una sucursal de Olivetti, completó la transición al grupo inglés, fue el Comisario Europeo de Competencia. Tras rendir homenaje a “Adriano Olivetti, que fue de los primeros en comprender la importancia del entorno laboral y la valorización del capital humano”, el primer ministro también recordó los méritos de Europa: “Justo en un momento tan difícil como este para el continente, en el que se alimentan dudas y preocupaciones, hay que tener presente el Tratado de Lisboa, que dice así: 'La UE aspira a ser una economía social de mercado altamente competitiva'. Aquí, este espíritu está perfectamente encarnado por Vodafone, que gracias a las normas y la supervisión de la Comisión sobre la apertura del mercado de las telecomunicaciones, se ha convertido en su líder. Sin Europa, Vodafone no habría existido”.

Y Vodafone Village tampoco. “La nueva joya de Milán”, la definió el alcalde Giuliano Pisapia, presente en la inauguración. Construido en un tiempo récord y por una cantidad considerable (Vodafone es el primer inversor con capital extranjero en Italia, donde destina cada año mil millones de euros), el centro de excelencia presenta aspectos tecnológicos particularmente innovadores. Desde la planta de trigeneración que independiza energéticamente el complejo transformando el calor y el frío, pasando por el sistema fotovoltaico instalado en todas las ventanas de las oficinas, hasta el cemento fotocatalítico, que absorbe el smog y lo disuelve con la lluvia.

Por no hablar de todas las comodidades para los trabajadores: área de relajación, parque, guardería, centro de aprendizaje, restaurantes y tiendas. "Sería bueno - concluyó Monti antes de cortar la cinta - que todos los empleados italianos pudieran algún día trabajar en condiciones como esta".

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