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El futuro de las baterías eléctricas pasará por los desiertos de Bolivia

El 50% de las reservas mundiales de litio están escondidas bajo los desiertos de sal de Bolivia, aún por explotar. Un ingrediente clave para la industria de alta tecnología, desde baterías para portátiles hasta coches eléctricos. En lo que Brasil ya ha puesto la mira.

El futuro de las baterías eléctricas pasará por los desiertos de Bolivia

Con un grano de sal, además de mostrar sentido común, se puede hacer mucho más. Así piensa el gobierno de Evo Morales, que espera explotar el litio, un metal alcalino similar al sodio, para sacar a Bolivia de la pobreza. Además de usarse en la producción de cerámica y medicamentos antipsicóticos, los iones de litio se utilizan para fabricar baterías para objetos cotidianos de alta tecnología: computadoras portátiles y teléfonos celulares, solo por nombrar algunos. Un mercado extremadamente importante que crecerá en valor con el desarrollo de automóviles con motores híbridos.

 

Las llanuras de sal de los Andes, fondos secos de antiguos océanos como el Salar de Uyuni de 10 kilómetros cuadrados, contienen más de diez millones de toneladas de litio, alrededor del 50% de las reservas conocidas del mundo. Al gobierno socialista del presidente Morales le gustaría mantener el control estatal sobre la extracción del material y fabricar aplicaciones industriales de litio en el sitio, a fin de maximizar los beneficios para la economía local. Una planta piloto entrará en funcionamiento en otoño de 2011. Sin embargo, Bolivia necesita capital extranjero y conocimientos técnicos para poder desarrollar la producción. El gigante minero brasileño Vale ha expresado interés en la explotación comercial del recurso, al igual que Corea del Sur, sin embargo, el rugiente capitalismo brasileño puede poner sobre la mesa suministros de gas natural que La Paz necesita desesperadamente. Un partido totalmente sudamericano, que los europeos y estadounidenses han ignorado hasta ahora con poca previsión.


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