comparte

El Barcelona venció al Milán (3-1) con dos penaltis de Messi y lo eliminó de la Champions

Partido de un solo lado en el Camp Nou pero Messi necesita un doble penalti para darle la ventaja a los españoles en el descanso – Empate provisional de Nocerino – En la segunda mitad, Iniesta da definitivamente la victoria a los de Guardiola que se meten en semifinales de la Champions League eliminando al Milan – Veintidós ocasiones de gol para el Barcelona.

El Barcelona venció al Milán (3-1) con dos penaltis de Messi y lo eliminó de la Champions

Fin de la carrera. El sueño de eliminar al equipo más fuerte del mundo duró 53 minutos, hasta que Iniesta marcó el gol del 3-1.Es posible, porque soñar está bien, pero nunca nadie ha hecho una remontada así en el Camp Nou, no en el Guardiola. era. Así saludaron los rossoneri a Europa, pero si bien reconocieron la superioridad del rival, quedó un sabor amargo en la boca por algunos episodios que podrían haber cambiado las cosas, lo que nos deja una consideración: los catalanes ya son los más fuertes, porque en la duda siempre ayudarlos? Penalti aparte (hablaremos de ello más adelante), el Barça ha demostrado sin embargo que tiene ventaja sobre el Milan, que tendrá que trabajar duro en el próximo mercado de fichajes si quiere llegar a este nivel. El verano pasado los blaugrana (ya campeones de todo, cabe recordar) compraron a Sánchez (36 millones) y Fábregas (39), Milan Aquilani (cedido) y Nocerino (500 mil euros). Nombres y cifras que explican el desfase técnico, exabruptos un poco menos ciertos del presidente Berlusconi.

EL PARTIDO

La primera sorpresa llega sobre las 19.40, cuando la UEFA comunica las formaciones oficiales de los equipos. Guardiola decide prescindir de Sánchez en virtud de Isaac Cuenca, extremo ofensivo nacido en 1991. Un golpe sorpresa para un técnico que demuestra, una vez más, que tiene un control total sobre el ambiente y el vestuario, además de coraje de sobra. Sin noticias en cambio de Allegri, que decide jugar con la formación de la ida, salvo Abate (no disponible en San Siro). Como era de esperar, el Barça empezó fuerte de inmediato y en los primeros 6 minutos consiguió dos goles, ambos de Messi. El Milán parece tranquilo, quizás demasiado, y en el minuto 9 llega el error que cambia el partido: Mexes se duerme sobre un balón inofensivo, Messi se lo quita y cabecea dentro del área. Antonini entra en acción por soberbia, quien busca desesperadamente un rescate pero le pega justo en el medio al argentino. Rigor sacrosanto, que "La Pulce" logra a la perfección. El reloj aún no llega a los dos dígitos y el plan del Milán (defensa sólida y contraataques) ya se le estropeó. Los rossoneri se ven obligados a perder el equilibrio para buscar un gol que les devuelva al juego y el Barça puede así explotar esos espacios en los que se vuelve letal. Comparado con el partido de San Siro, el Milan defendió mal, pero atacó bastante bien y pegó fuerte en el 32': Ibrahimovic recogió el balón en el trocar, vio la perfecta inserción de Nocerino y lo sirvió con el pie. Para "Mister X" cometer errores es prácticamente imposible. Los Rossoneri están animando, están en la semifinal ahora mismo. Todo por rehacer en cambio para el Barça, que vuelve a meterse de cabeza en el centro del campo del AC Milan. Hay mucho sufrimiento, pero los campeones italianos parecen aguantar el impacto. Pero a los pocos minutos del descanso llega el chubasco frío: tras el desarrollo de un córner, el colegiado Kuipers señala otro penalti al Barcelona por un agarre de Nesta a Busquets. Lástima que la falta se produjera en un córner que aún no se había ejecutado (las imágenes así lo atestiguan) y que el defensa rossoneri sufriera en su turno una tapada de Puyol. El Milán protesta legítimamente, pero la decisión ya está tomada: Messi cambia de esquina y vuelve a celebrar. Nos vamos al descanso con el marcador 2-1, para los rossoneri todo está por rehacer. El golpe es fuerte, pero el tiro de gracia llega al inicio de la segunda mitad. Un disparo desviado de Messi aterriza justo en los pies de Iniesta, para quien marcar el 3-1 es un juego de niños. Estamos en el 53, el juego termina aquí. De hecho, de poco sirven las sustituciones de Allegri, si no es para registrar otra lesión muscular de Pato, cuyo partido duró apenas 14 minutos. El Barça crea mucho goleador, legitimando la victoria final. Los números hablan por sí solos: tras el pitido final de Kuipers, los culés terminaron con 18 remates, 10 de ellos a puerta. ¿Milán? Un tiro a puerta (gol de Nocerino) y otro fuera. Demasiado poco para lograr la hazaña.

LAS REACCIONES

Hay mucha decepción en el vestuario rossoneri, así como una pizca de amargura por esa discutible decisión arbitral. "Hubo dos penales, uno dado por nosotros y otro por el árbitro", dijo Allegri en la sala de prensa, en referencia a los errores de Mexes y Kuipers. El entrenador del AC Milan analizó luego con frialdad el desarrollo del partido: “Perdimos muchos pases, deberíamos haber prestado más atención. Tras el empate 1-1 teníamos la posibilidad de poder pasar porque el Barcelona tenía un poco de presión y eso se notaba en el desarrollo del juego. Luego, tras el 3-1, todo se les puso difícil. Intentamos reabrir el juego, pero salimos con la frente en alto. No tengo nada que reprochar a mis muchachos”. Muchos hablaron del penalti, desde el autor de la supuesta falta Nesta ("Puyol me bloqueó, el árbitro se equivocó") a Seedorf ("Le pedí explicaciones a Kuipers y me amonestó"), pero nadie usó la fuerte Términos de Ibrahimovic: “No entiendo por qué se dio el penalti, pero entiendo a Mourinho que se cabrea cuando viene aquí. Salir así me da rabia, todo el mundo lo ha visto y hay que discutirlo”.

Revisión