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Hollande: Francia dice no al TTIP (por ahora)

El presidente François Hollande ha decidido ralentizar las negociaciones del Transatlantic Trade and Investment Partnership, o más bien el tratado de libre comercio entre EE.UU. y Europa - El informe de Greenpeace y los puntos más controvertidos del TTIP.

Hollande: Francia dice no al TTIP (por ahora)

Francia - en este momento - dice no al tip. El presidente François Hollande ha decidido retrasar las negociaciones de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión, es decir, el tratado de libre comercio entre EE. UU. y Europa. Así lo declaró en una entrevista radial con Europa 1, argumentando que el gobierno no está nada convencido: "No podemos aceptar -dijo Hollande- un libre comercio sin regulaciones, que pone en peligro nuestra agricultura y nuestra cultura".

“No nos convence el espíritu americano –añadió el subsecretario de Comercio Exterior Matthias Fekl–: queremos más reciprocidad. Europa ofrece mucho y recibe poco a cambio. De momento estamos por la interrupción de la negociación”. punto de vista exactamente opuesto al de Sandro gozi, subsecretario del primer ministro italiano, que también se dirigió a Europa 1: “Los acuerdos son una gran oportunidad para nuestras empresas, nos ayudarán a hacer crecer el PIB de los países europeos”.

El TTIP también ha acabado en el punto de mira de los ecologistas, en particular de Greenpeace quien en un extenso informe denuncia los riesgos "para la salud y para el medio ambiente". De momento el Gobierno francés es el único que ha hecho saltar esta alarma, pero no tiene intención de desistir: "Un acuerdo sin Francia, y menos contra Francia, es imposible", ha dicho Fekl.

Pero, ¿qué es la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP)?

La Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP), un acuerdo de libre comercio entre los Estados Unidos y la Unión Europea, fue propuesto en 2013. Desde entonces ha habido trece rondas de negociaciones, la última de las cuales tuvo lugar en Nueva York en abril de 2016. Las próximas negociaciones tendrán lugar en junio. Los negociadores tienen previsto concluir los trabajos en 2016, pero las últimas reuniones se han producido sin ningún avance particular.

El presidente de los Estados Unidos Barack Obama dijo que quería cerrar el trato antes del final de su mandato. Tras la conclusión de las negociaciones, el proyecto deberá ser aprobado por los 28 gobiernos de la Unión Europea, por el Parlamento Europeo y por los 28 parlamentos de los países de la Unión, que también podrán celebrar referéndums. Esto es lo que establece el acuerdo y lo que los ciudadanos de muchos países europeos cuestionan los puntos.

– Los principales objetivos del TTIP son la apertura de una zona de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, la reducción de derechos de aduana para las empresas que comercian entre las dos áreas y la aprobación de nuevas leyes que favorezcan el comercio entre los dos bloques, eliminando las diferencias regulatorias y administrativas.

– El tratado cubrirá 40 por ciento del volumen de negocios del comercio mundial y se aplicará a ámbitos muy diferentes, sujetos a una legislación desigual, desde el cultural hasta el alimentario.

– En Europa el tratado ha sido muy criticado y ha habido manifestaciones para pedir su bloqueo. El miedo de los europeos es que el Ttpi estándares de seguridad más bajos prevista en Europa para atender las solicitudes de los Estados Unidos. Más de dos millones de ciudadanos europeos han firmado una petición pidiendo el cese de las negociaciones.

– Según la información que se filtró, yo Gobiernos europeos no están en modo alguno unidos en las numerosas medidas previstas por el acuerdo (Francia, que había obtenido la exclusión del sector audiovisual del tratado en nombre de la excepción cultural, sigue siendo particularmente cautelosa), pero es poco probable que lo hagan revocar o modificar el acuerdo de mandato asignado a la Comisión.

– Entre los temas más discutidos está el “Resolución de Controversias Inversionista-Estado” (Solución de controversias inversor-Estado, Isds). El tratado permitiría a las empresas demandar a los gobiernos ante un panel de arbitraje. De esta forma, argumentan quienes critican el TTIP, el ISDS daría a las multinacionales la posibilidad de obstruir cualquier ley que vaya en contra de sus intereses.

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