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Guido Compagna: "La propuesta de mi hermano Luigi sobre la mafia es una sinvergüenza parlamentaria"

CARTA DE GUIDO COMPAGNA – “Soy víctima de un asunto kafkiano: no tengo nada que ver y condeno enérgicamente la picardía parlamentaria sobre la mafia hecha por mi hermano, el senador de centro-derecha Luigi Compagna, pero los medios siguen confundir nuestros dos nombres y defender mi honor es difícil”.

Guido Compagna: "La propuesta de mi hermano Luigi sobre la mafia es una sinvergüenza parlamentaria"

Estimado director,

permítanme usar “FIRSTonline” para tratar de salir de una historia kafkiana en la que me encontré enredado. Vayamos en orden y partamos de los hechos. El pasado lunes, un senador de centroderecha presentó una enmienda para reducir (considerablemente) las sanciones por participación externa en asociaciones mafiosas. En definitiva, una disposición que en parte salva a Dell'Utri, en parte a Cosentino, y quizás para futuras referencias a algunos otros. Dado que en el PDL, la elección en este campo siempre ha sido bastante amplia. Detrás de la iniciativa probablemente haya una advertencia "mafiosa" a Alfano para que no se involucre demasiado en el apoyo y participación en el gobierno de Letta. Ya en otras ocasiones (asunto Lavitola y casa de Fini) el senador en cuestión se había destacado por bajos servicios. Naturalmente esta vez la iniciativa del senador del grupo Gal (Grupo para el autogobierno local, una especie de grupo de malas compañías del PDL, útil para tener unos cuantos escaños más en las comisiones) se hunde rápidamente tras la previsible protesta no sólo de el PD Y el senador logra obtener el extraordinario resultado político de ser "disgustado" incluso por el presidente de los senadores del PDL Schifani.

Nada extraordinario como se ve. Excepto que el senador se llama Luigi Compagna y es (no por mi elección) mi hermano. Con él, precisamente en un intento de no tener oportunidades de confrontación, he evitado tener relación alguna durante algún tiempo, dadas sus opciones políticas aventureras y nada encomiables. Ahora, sin embargo, sucede que Ansa, al denunciar su imprudente iniciativa, el lunes por la tarde señala a Guido Compagna (así me llamo) como autor. Informado de esto por llamadas telefónicas y mensajes de texto de amigos, llamé a la agencia y señalé el error. Se disculpan y me tranquilizan: la solución ya se ha publicado en línea. Que, sin embargo, pocos tienen en cuenta. De modo que, tanto en numerosos sitios web (incluso de los principales diarios) como en algunos martes (así como en el discurso de Crozza a Ballarò), se me sigue señalando como autor de lo que considero una canallada parlamentaria y un intento de promover el crimen organizado.

¿A quién culpar? No lo sé. Yo también he hecho este trabajo y sé que es fácil equivocarse en un nombre (quién sabe cuántas veces me ha pasado) y también sé que la línea de corrección de la agencia se le puede escapar a cualquiera. Pero, ¿por qué Luigi se intercambia con Guido y no con un Gennaro o un Giuseppe? Alguien, para consolarme, me dijo: "Quizás porque eres más conocido que tu hermano". Tal vez, pero solo recibo daño de eso. Podría intentar cambiarme el apellido, pero lo consideraría un desaire a la memoria de mi padre Francesco, que fue primero un respetado y luego lamentado político. Podría buscar a mi hermano para darle una paliza. Pero son gestos de gladiadores que no me convienen, y luego no se dice que yo tendría la sartén por el mango. Solo tengo que culpar al "destino cínico y tramposo" (la cita es de Giuseppe Saragat), recurrir a una dolorosa ironía y enviar esta carta al sitio, con el que soy bienvenido (ocasionalmente) a colaborar. Un abrazo.

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