Es la otra cara de la crisis de la deuda la que está afectando a Grecia, y quizás la más dura. La economía real está asfixiada por un crecimiento desmesurado de cheques y efectos vencidos cuyo valor, según economistas locales, podría superar los 2 millones de euros a finales de año.
Los cheques sin fondos emitidos por los griegos desde enero de 2011 ascenderían a un total de 1,38 millones de euros, un aumento del 43,3% en comparación con el mismo período del año pasado. Mientras que las facturas vencidas habrían aumentado un 6,47% respecto a los siete primeros meses del año pasado por un valor aproximado de 134 millones de euros. Estos son los datos que surgen del sistema informático bancario de Tiresias.
Según una investigación de la Confederación General de Pequeñas Empresas Helénicas (Gsevee), alrededor del 45% de las empresas que reciben pagos mediante cheques tienen descubiertos o corren el riesgo de estarlo. Según Gsevee, este fenómeno se está extendiendo con un efecto dominó en el mercado, amenazando la supervivencia incluso de las empresas más sólidas.