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Gobierno, Fico explora el programa: la justicia y la recuperación son cruciales

La exploración del presidente Fico para verificar la viabilidad de un nuevo gobierno cobra vida hoy con la discusión sobre el programa: el campo está minado pero las respuestas sobre justicia y gobernanza de la Next Generation Eu no pueden ser ambiguas

Gobierno, Fico explora el programa: la justicia y la recuperación son cruciales

Hoy, con el arranque de la mesa técnica que convocó en Montecitorio, el presidente de la Cámara avanza hacia la fase decisiva su exploración en la jungla de la crisis abrió con la dimisión del gobierno de Conte. Luego sacará las sumas para informar al Quirinale. Para Roberto Fico tareas como esta no son nada nuevo y ha demostrado una buena aptitud para resolver acertijos en el pasado. El rompecabezas al que se enfrenta esta vez es particularmente complicado, sin embargo hay un hecho -surgido de las consultas realizadas la semana pasada por el Presidente de la República y del debate posterior- que quizás podría facilitarlo.

Los tres principales protagonistas del enfrentamiento (5 Estrellas, Pd e Italia Viva) si, por un lado, son portadores de instancias aún bastante distantes entre sí, comparten una situación peculiar: que todos están, aunque en diversos grados, atravesados ​​por tensiones internas y aquejados por una desalineación, en algunos casos conspicuos, que existe entre las orientaciones de los grupos parlamentarios y las de los líderes de los respectivos partidos de referencia. Este es un desajuste que, si no se soluciona rápidamente, podría resultar en una mayor impulso a la balcanización de las Cámaras y el aumento de su tasa de ingobernabilidad.

El enfrentamiento que comienza esta mañana se desarrolla, por tanto, en un contexto que –les guste o no– habrá de ser tenido en cuenta por quienes intentarán hacer una síntesis entre las diferentes posiciones. Fórmulas usadas en el pasado y, la verdad, un poco gastadas han vuelto a circular en estos días: "contrato de gobierno", "agenda de fin de mandato", "calendario" y así sucesivamente. El hecho de que, en una situación tan incierta, uno quiera traducir cualquier acuerdo en un documento escrito (petición hecha por Matteo Renzi y aparentemente aceptada por los otros interlocutores) es razonable. Pero parece aún más necesario evitar el error que pesó mucho en el epílogo negativo del segundo gobierno de Conte: el de haber incumplido en la práctica la observancia del art. 94 de la Constitución.

Esto prescribe que la confianza en el Gobierno sea otorgada por las Cámaras "mediante un recurso motivado". Es un precepto que se funde con la ausencia de “restricción de mandato” establecida por el artículo 67 y que imputa la libertad de todo parlamentario de ejercer responsablemente su mandato. Como ha señalado un documento reciente de la Asociación de exparlamentarios, tal mecanismo requiere de hecho que cada parlamentario haga, incluso en desacuerdo con su propio partido, "una elección transparente, clara y vinculante" para eliminar la sospecha de una elección. hecho por pura conveniencia personal. Pero si, con una opción astuta, la "moción motivada" se convierte en un texto de dos líneas muy genérico y carente de claridad en cuanto a las directrices políticas del Gobierno, se crea una situación confusa que puede desembocar, como ha ocurrido, en un desenlace desastroso.

Para salir de la crisis y asegurar al país un gobierno a la altura de una situación dramática como la actual, parece imprescindible, pues, tomar una línea muy diferente. Es decir, eso está arreglado. un perímetro de objetivos, quizás acotado, pero bien definido al menos en los temas en los que faltaba claridad por parte del gobierno saliente. Comenzando con la política de justicia y de la nítida definición de un gobierno para el uso, por parte de Italia, de los fondos de la UE de próxima generación. Dos temas en los que el gobierno de Conte ha tomado repetidas decisiones dilatorias, subestimando evidentemente las consecuencias disruptivas. Pero hoy ya no hay tiempo para postergaciones. 

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