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Gobierno, esto es lo que se espera: bajada inmediata de impuestos y proyecto de fiscalidad europea

Renzi sitúa a las autoridades fiscales entre las prioridades del nuevo gobierno - La declaración no es original, pero los hechos contarán - Necesitamos iniciar una modernización de nuestro sistema fiscal como parte de un único proyecto europeo - Pero, mientras tanto, necesidad de reducir inmediatamente el gravamen de las tasas impositivas, si desea impulsar la recuperación económica.

Gobierno, esto es lo que se espera: bajada inmediata de impuestos y proyecto de fiscalidad europea

El Gobierno que podría nacer en los próximos días tendrá como primeros objetivos relanzar la economía las reformas en los sectores de empleo, administración pública y fiscal, según ha señalado ya el primer ministro encargado, Matteo Renzi.

Para el trabajo, el punto de partida seguramente será la Ley de Empleo, presentada hace unas semanas por el propio Renzi al Partido Demócrata. Para la reforma de la administración pública, el nuevo gobierno podrá inspirarse en el trabajo que está realizando la comisión parlamentaria bicameral para la simplificación, presidida por Bruno Tabacci.

En cuanto a las intervenciones en el sector fiscal, el nuevo Gobierno encontrará prácticamente lista la ley habilitadora "por un sistema más equitativo, transparente y orientado al crecimiento" -como dice el título- elaborada por las Cámaras en este inicio de legislatura y con base en los principios del proyecto de ley presentado en el anterior por el Gobierno Monti. La cual, sin embargo, no contiene los principios de una reforma tributaria, sino una serie de intervenciones correctivas y complementarias de diversos aspectos del actual sistema tributario y su aplicación administrativa. ¿Serían suficientes las intervenciones de esta ley de delegación para estimular la recuperación económica?

La primera consideración, en este sentido, es que la intervención fiscal más importante para reactivar el consumo y la producción debe ser la reducción de la tasa global, es decir, la flexibilización de la carga tributaria. En este sentido, la ley habilitante es inútil, ya que todos los principios rectores de intervención, muy numerosos, son de "saldo cero", es decir, no pueden conducir a una reducción de los ingresos fiscales. Por lo tanto, es necesario poner sobre la mesa recursos financieros para compensar los menores ingresos fiscales, si se quiere que la chispa fiscal impulse efectivamente el reinicio de la economía. Recursos que pueden provenir de la recuperación de la evasión, pero sobre todo que deben provenir de las reducciones de costos del paquete de “revisión del gasto”.

Es fundamental, por tanto, la decisión de canalizar importantes ahorros de costes así como todo lo que se recupere de la lucha contra la evasión fiscal para permitir la reducción de los ingresos fiscales globales. Esta es una opción política fuerte, que el nuevo Gobierno debería adoptar solemnemente, quizás también identificando mecanismos, siempre que sean efectivos y no solo una fachada, capaces de asegurar automáticamente un flujo de recursos hacia la reducción de impuestos.

La segunda consideración, en cuanto a la efectividad de la próxima ley fiscal habilitadora para la reactivación económica, es que aún suponiendo que las medidas previstas en ella sean lo suficientemente fuertes, existe un desfase temporal inaceptable entre la urgencia de las intervenciones y los tiempos de implementación de las facultades legislativas. Si bien la disposición parlamentaria prevé plazos breves (un año) para la expedición de los numerosos decretos legislativos de aplicación, resultan demasiado largos ante la necesidad del país de engancharse a los tímidos signos de recuperación en curso que existen actualmente.

Tercera consideración: casi cincuenta años después de la reforma Cosciani, nuestro sistema tributario sigue basado en esos principios fundamentales, que entonces parecían avanzados y adecuados para un país que transitaba del enriquecimiento del auge económico hacia sistemas económicos y sociales más occidentales. , pero que hoy tiene que lidiar con condiciones económicas, sociales, productivas y tecnológicas completamente cambiadas, y, por tanto, con los sistemas tributarios de otros países que han seguido su evolución.

Por tanto, son bienvenidas las correcciones a la ley habilitante en curso, algunas de las cuales son verdaderamente necesarias y urgentes (piensen solo en la regulación del abuso de derecho), pero no pierdan de vista los objetivos más importantes: reducir de inmediato las tasas de gravamen. ; iniciar una reflexión sobre la evolución y sobre una verdadera refundación del sistema tributario, que sitúa también a nuestro país al frente de un proceso europeo de unificación de los sistemas tributarios sobre nuevas bases, acorde con las realidades actuales de la economía internacional.

marcofabiorinforzi@gmail.com

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