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GOLF – Todos huérfanos de la mítica Ryder Cup pero esta semana ojo con Las Vegas y Escocia

Inolvidable la 39ª edición de la Copa – Recuerdos de Olazabal, Ballesteros, Poulter, Mcllory, Molinari, Tiger Woods – Esta semana citas en Las Vegas y Escocia y la semana que viene todos los mejores golfistas del mundo en Turquía.

GOLF – Todos huérfanos de la mítica Ryder Cup pero esta semana ojo con Las Vegas y Escocia

La 39ª Ryder Cup fue tan emocionante que todos los amantes del golf de estos días se sienten huérfanos, al menos los europeos. Para volver a vivir un reto tan apasionante habrá que esperar al menos dos años, cuando Europa y EE. UU. vuelvan a competir en las verdes praderas escocesas de Gleneagles, donde se celebró en 21 una especie de Ryder ante litteram volver a 1927). Mientras tanto, esta semana, después de un septiembre ardiente, con el maratón de la FedExCup y la gran final de Ryder, los estadounidenses juegan en Las Vegas (sin muchos grandes nombres), mientras que la gira europea es en Escocia por el Alfred Dunhill Links Championship en el que Matteo También participan Manassero, Edoardo Molinari, Lorenzo Gagli, Andrea Pavan y Federico Colombo.

La próxima semana, sin embargo, ocho hombres dorados del golf mundial competirán en Turquía por la final de golf de Turkish Airlines, en el PGA Sultan Golf Club en Antalya, con $5,2 millones en juego. Los magníficos en el campo serán Tiger Woods, Rory McIlroy, Webb Simpson, Lee Westwood, Justin Rose. Charl Schwartzel, Hunter Mahan, Matt Kuchar. Una nueva oportunidad de gran interés, dado que el enfrentamiento será match play y casi todos estuvieron metidos en el último Ryder. Bonito, pero no tanto, porque la Ryder Cup es única y ha conseguido convertir al golf, al menos durante unos días, incluso en Italia, en un tema de bar, al que periódicos y blogs no especializados han dedicado una atención insólita. Un desafío sin premios en efectivo, donde se juegan la gloria y una copa de oro, que transita temporalmente de un continente a otro. Patrocinador aparte, por supuesto.

Los aficionados al golf envidian a los aficionados al fútbol, ​​que pueden sufrir y alegrarse con su equipo cada semana. Así que volvamos a hablar de esta Ryder y veamos algún que otro “plus” que nos ha dado.

La frase más conmovedora: la pronunciada por el Capitán Josè Maria Olazabal, nacido en 1966, 29 torneos ganados en su carrera, en la ceremonia de clausura, en el Medinah de Chicago, bajo una espléndida luna llena. “Todos los hombres mueren – dijo Ollie – pero no todos los hombres viven. Y ustedes me hicieron sentir viva de nuevo esta semana".

El más querido: Severiano Ballesteros, el gran campeón de España, guapo, inteligente, simpático, que murió en 2011 a los 54 años, de un tumor cerebral. Ganador de cinco majors en su carrera, Ballesteros fue uno de los jugadores más carismáticos de los años 80 y 90. Los europeos en el campo tenían su silueta en el bolso, en las camisetas, en el corazón. La figura está extraída de una famosísima foto de Seve, con el puño en alto, tras meter el putt ganador del Open Británico de 1984. La frase de Ballesteros que Olazábal repetía a sus padres era: "nunca te rindas en el golf, porque hasta el final nunca se sabe lo que puede pasar". Una profecía.

El más simpático: Ian Poulter, 36 años, inglés, número 26 del mundo, héroe de Ryder. “Me gustaría dormir dos años y despertarme en Gleneagles”, comentó al final de esta aventura. Poulter ganó los 4 partidos que jugó y le dio valor a sus compañeros de equipo. De niño quería ser futbolista, quizás por eso le encanta el trabajo en equipo. A su Palmares le falta un Major: “si esto no llega –dijo– la Ryder 2012 seguirá siendo el momento más importante de mi carrera”.

El más despistado: Rory McIlory. El número uno del mundo un cuarto de hora antes de su salida aún no estaba en Medinah. El pánico se extendía entre sus compañeros cuando, finalmente, un coche de policía prácticamente lo descargó en el green, tras haberlo escoltado a la fuga. No está muy claro qué había sucedido, el hecho es que el celular de la muestra estaba configurado en la hora de Nueva York, una hora menos que la de Chicago. Quizás Rory es un durmiente, porque al final de la carrera sus amigos le regalaron un despertador gigante, dado que superMc no es nuevo en estas salidas. Parece que también llegó tarde (solo 25 minutos antes de la salida) al Pga Championship, el Major que ganó hace un par de meses. En resumen, el norirlandés de XNUMX años no necesita entrenar demasiado para ser imbatible sobre el césped.

Las imágenes más bellas: aquellas banderas de todas las naciones que envolvían los cuellos de los 12 integrantes del equipo. Francesco Molinari también agitó el tricolor, abrazando a mamá papá y su esposa Valentina. Lo bonito es que la bandera azul con las estrellas amarillas de Europa se mezcla y superpone a las demás. Un destello que dice algo sobre nosotros en esta fase de transición y que es un buen augurio.

El más triste: Tiger Woods. El campeón asistió a las ceremonias de apertura y clausura, pero no llegó a la pasarela final. Pasada la fase institucional, siempre se iba a escondidas. Tiger se ve infeliz, siempre está muy concentrado en el campo, como si lo estuviera pasando mal. En esto Ryder también tiene responsabilidades. No solo porque perdió 3 partidos y empató uno (con Francesco Molinari), sino también por el comodín que le dio Davis Love III a Steve Stricker. Lamentablemente Stricker, de 45 años, no estuvo a la altura del desafío, mientras que jugadores como Hunter Mahan, ganador del WGC-Accenture Match Play Championship en febrero, y Nick Watney, ganador del primero de los 4 torneos a finales de agosto del eliminatorias.

El más regio: Juan Carlos, que al final del torneo telefoneó a Olazábal para felicitarle, tan contento y emocionado como cualquier aficionado.

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