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Godel y las contradicciones lógicas de la Constitución estadounidense

Desde hace unos días está en las librerías una nueva biografía de Kurt Godel, el gran amigo de Einstein, escrita por Stephen Budianskj, que narra su viaje de la razón hasta las Columnas de Hércules.

Godel y las contradicciones lógicas de la Constitución estadounidense

Pocos autores como Andrea Camilleri han sido capaces de condensar el rasgo fundamental del carácter de un personaje en una expresión colorida y eficaz. Una de esas expresiones es la de mente parcial.

La mente parcial designa una mentalidad que mira e interpreta la realidad a través de un filtro exclusivo que actúa independientemente del contexto, las circunstancias y el propósito. La intuición de enfrentarse a la acción de una mente parcial le permite al inspector Montalbano resolver casos que de otro modo serían irresolubles.

Bien. Kurt Gödel era algo así como una mente parcial. Su filtro exclusivo era la lógica, una forma de interpretar la realidad que aplicaba en cualquier circunstancia y entorno en el que se encontraba actuando.

Queriendo ponerlo en un nivel más noble, y adecuado a la talla intelectual del personaje, se puede decir con certeza que la identidad entre la convicción moral universal y la acción es el núcleo del imperativo categórico, la piedra angular de la filosofía moral de Kant. Y el imperativo categórico de Gödel era la lógica, siempre y en todas partes.

Un episodio quizá improbable de su vida es la prueba casi matemática de ello.

Viaje al fin de la razón

Una nueva biografía "vibrante" (NYT) de Kurt Gödel escrita por el escritor científico y etólogo Stephen Budiansky, quien se inspiró en Celine para el título del libro, ha estado en las librerías durante unos días: Viaje al borde de la razón. La vida de Kurt Gödel.

El viaje de Gödel, contado por Budiansky, es verdaderamente un viaje a las Columnas de Hércules de la razón e incluso más allá, donde sólo existe su negación.

El autor muestra claramente este derecho en el prólogo del libro que presenta las notas del Dr. Philip Erlich, el psiquiatra que trató a Gödel desde marzo de 1970 hasta su muerte por inanición en 1978.

Del Círculo de Viena al "Pintoresco Idilio" de Princeton.

A pesar de haber aprobado el Anschluss (es decir, la incorporación de Austria al Tercer Reich), en 1940 Kurt Gödel decidió abandonar el clima opresivo de Viena para expatriarse a Estados Unidos, que lo acogió de manera congruente con su reputación como pensador brillante. “El mayor lógico desde Aristóteles”, decía Einstein sobre Gödel.

A los dos les encantaba dar largos paseos de regreso a casa desde elInstituto de estudios avanzados en Princeton. De estos paseos por el green tenemos documentación fotográfica y un libro escrito por John Holt, Cuando Einstein dio un paseo con Gödel. Viaje al borde del pensamiento (Mondadori, 2019). Otro titulo Celiniano!

A pesar de haber sido bienvenido a Estados Unidos como jefe de estado, se le pidió a Gödel que tomara el examen de ciudadanía estadounidense en 1947. Gödel se preparó para esta prueba con su habitual seriedad y minuciosidad para descubrir, al final, que en el sistema institucional de Estados Unidos diseñado por los padres fundadores existía una lógica vulnerabilidad que podía abrir las puertas a la dictadura y al fascismo.

Las contradicciones lógicas en la Constitución estadounidense

Mirando algunos eventos recientes que han sacudido esta gran democracia, el descubrimiento de Gödel ya no parece tan extravagante como debió parecerles incluso a sus colegas de Princeton. Pero eso no es lo que importa aquí.

Lo verdaderamente insólito es el uso que Gödel quiso hacer de este descubrimiento. Un uso que revela su naturaleza y su visión del mundo.

Le parecía que aceptar la ciudadanía estadounidense sin explicar esta falla en la Constitución de los Estados Unidos era un acto insostenible e incluso inmoral.

Y el lugar más adecuado le pareció la sala de audiencias de Trenton (NJ) donde el 5 de diciembre de 1947, en la oficina del juez Philip Forman, se llevó a cabo la audiencia de ciudadanía de Kurt Gödel y su esposa Adele.

A pesar de los intentos de un incrédulo Einstein -uno de los dos testigos de la audiencia junto con Oskar Morgenstern- por silenciarlo, Gödel presentó al juez su descubrimiento sobre las fatales contradicciones lógicas internas de la constitución estadounidense. “Puedo demostrárselo”, le dijo al juez.Señor Warum” (“Mr. Why”, ed.) el apodo serio que Gödel se había ganado a la edad de 4 años.

Inteligencia emocional

Bueno, Gödel solo tuvo que pasar por una entrevista de rutina para obtener la ciudadanía, lo que le habría abierto nuevas oportunidades en su patria adoptiva, pero el imperativo categórico de la lógica era para él algo sagrado, ajeno a cualquier compromiso, como no ser capaz de pasarlo por alto incluso en una circunstancia que nunca podría haber influido en el resultado de su descubrimiento, si no lo hubiera dañado.

La naturalización, afortunadamente, fue en la dirección deseada. La complicidad de miradas entre el juez y Einstein ayudó a debilitar el sentido de la afirmación de Gödel. Einstein y Forman ya se habían conocido y conocido durante la audiencia de ciudadanía de Einstein.

Puedes leer aquí el extracto de la biografía de Gödel de Budiansky sobre el episodio de la ciudadanía.

No se sabe, sin embargo, si se trata de un episodio que sucedió realmente o de las muchas curiosidades más o menos legendarias que se cuentan sobre la vida de Kurt Gödel.

Afortunadamente, la mente parcial de Gödel se encontró con la inteligencia emocional del juez Forman y de Einstein, quienes lograron contextualizarlo. Pero al final fue el buen Gödel quien vio claro en gritar "lobo" con respecto a las fallas del sistema institucional estadounidense, porque 23 años después, el 6 de enero de 2021, el lobo realmente apareció en el Capitolio.

Esperamos que Cortina Raffaello editore o Garzanti nos ofrezcan una edición italiana de esta excelente biografía de Kurt Gödel, como hizo Mondadori con la obra de Holt.

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