Escapar del átomo en Alemania tiene costos. Un precio que las empresas no tienen intención de pagar. Por eso, las eléctricas alemanas están negociando con el gobierno la posibilidad de no tener que cargar con el peso del desmantelamiento de las centrales nucleares del país. Deutsche Welle lo informa.
Según los informes, las cuatro principales empresas de energía -E.ON, RWE, EnBW y la sueca Vattenfall- están tratando de ceder la propiedad y el control de las plantas a una fundación pública que funcionaría como un "banco malo" de energía.
El instituto sería responsable del desmantelamiento de las plantas durante los próximos 8 años y se ocuparía de la eliminación de los desechos nucleares.
El proyecto fue revelado por la revista alemana Der Spiegel. Sin embargo, el gobierno de Berlín aún no ha confirmado nada.